Las remodelaciones en el Congreso de la República en la administración de Allan Rodríguez generaron rechazo entre empleados legislativos y en la población en general. El diputado Samuel Pérez confirmó este miércoles 6 de marzo la denuncia en contra de su colega por la construcción de un «búnker» en un espacio de la Presidencia del Organismo Legislativo.
Rodríguez dirigió ese organismo de Estado por dos años consecutivos, y confesó que luego de noviembre de 2020, cuando unos supuestos manifestantes quemaron varios salones del Congreso, se realizaron unas remodelaciones en las instalaciones, y aprovechó para instalar una ducha.
El diputado elegido por Semilla, agrupación suspendida de manera temporal, indicó que de dicha construcción no constan permisos, ni registros, por lo cual se pudo alterar el patrimonio cultural.
«Esta construcción fue realizada, según una placa, con dinero de Allan Rodríguez, lo cual supone una donación al Estado de Guatemala, la cual requiere de un procedimiento específico para que sea legalizado, de lo cual tampoco están los registros», explicó Pérez.
Además, indicó que dicha construcción está oculta detrás de una pared falsa, pues en su interior hay una cantidad excesiva de gavetas, cofre de madera, libros falsos, una especie de biblia falsa y un bar. Pérez cuestionó el uso de ese espacio, y si era necesario para «reflexionar». El congresista estimó que dicha área podía albergar a 12 personas.
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PIDE PRESENTAR ANTEJUICIO
El conflicto entre el amigo del expresidente Alejandro Giammattei y Pérez se incrementa, pues en la conferencia el diputado oficialista afirmó que el Ministerio Público (MP) cuenta con «suficiente» evidencia para que se le retire el antejuicio a Rodríguez, por lo cual, de no hacerlo, se evidenciará que el «único objetivo de Consuelo Porras es defender a los corruptos».
Asimismo, Pérez recordó que hay denuncias contra personas que pintaron paredes del Congreso, pero que la construcción ordenada por Rodríguez es una alteración «descarada» al corazón del edificio del Legislativo y pidió que ese hecho no quede impune.
El congresista enfatizó que el posible delito que cometió el integrante de VAMOS es la alteración al patrimonio cultural, y que el MP tendrá que hacer una investigación de cuál era el uso que le estaban dando a ese espacio, ya que «evidentemente no era un lugar de reflexión y oración», sobre todo si tenía un minibar, y una copa de vidrio. Pérez agregó que sigue recabando evidencias para «robustecer» la denuncia.
Entre los permisos que debieron solicitar en la administración de VAMOS para hacer dicha construcción, se debería contar con informes del:
Instituto de Antropología e Historia de Guatemala (IDAEH).
Municipalidad de Guatemala.
Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
Ministerio de Finanzas Públicas, por si se trató de una donación.
Pérez afirmó que no se encontró efectivo y la presentación de la denuncia hasta estos días, después de que dejó la presidencia del Congreso, fue para ser explícitos en los hechos encontrados, por lo cual espera más información de permisos que deben ser entregados por distintas direcciones.
Por último, el diputado señaló que se percataron del lugar cuando hicieron una inspección física de la oficina de Presidencia.
El búnker construido por Allan Rodríguez es un refugio de los corruptos que se esconden del pueblo. pic.twitter.com/lzmx9Q89Gm
— Bancada Semilla (@BancadaSemilla) March 6, 2024
SIN POSTURA
Se intentó buscar la postura de Rodríguez con respecto a los señalamientos y la denuncia que Pérez hizo en su contra; sin embargo, no fue posible obtener una respuesta.
El congresista no acudió este miércoles 6 de marzo al Palacio Legislativo, y se intentó obtener su número telefónico por medio del también diputado de VAMOS, Víctor Valenzuela, secretario general del partido, pero no respondió a las llamadas telefónicas.
Sin embargo, el pasado martes 5 de marzo, Rodríguez explicó que se readecuó un espacio privado luego de la quema del Congreso, el cual se utilizó para «adoración, de reflexión», y cuenta con una placa, pues se dejó de una manera «reconfortadora para estar en paz, los que tenemos principios y valores» y así tuvieran un espacio para reflexionar y poder orar.