Las cifras oficiales de las autoridades detallan que fueron nueve las víctimas mortales de la madrugada entre el 14 y 15 de septiembre en la Feria Centroamericana de Independencia (Xelafer) en la zona 9 de Quetzaltenango. Pero el fallecimiento de las seis mujeres y tres hombres deja, además de una cifra, recuerdos y condolencias de sus seres más cercanos en vida.
En redes sociales familiares, amigos, amigas y personas conocidas recordaron a las víctimas de la tragedia y extendieron un último adiós.
LA ÚLTIMA FOTO EN EL CONCIERTO
César Oliverio González Escobar tenía 24 años de edad. Era una persona “muy querida, un buen muchacho, trabajador y respetuoso”, según lo recuerda su tío, Jaime González.
“No hay palabras para decirle cómo nos sentimos. Destruidos, sinceramente. Yo trabajaba con ellos y el tiempo que anduvimos juntos pasamos momentos muy bonitos con aquel. La mamá está destruida, la esposa destruida. Nunca esperamos esa mala noticia. Deseaba, aunque sea verlo en el hospital, pero vivo”, cuenta el familiar.
Esta percepción es compartida por otras personas que lo conocieron, como Dinora Juárez. Ella prefiere recordar a González Escobar por la sonrisa que siempre brilló en su rostro y como un gran amigo.
Sarita Martínez a la fecha piensa: “¿quién iba a decir que el domingo fue el último día que lo vi junto a su esposa y sus nenes? Hasta platicamos y reímos”.
Pero quien mantiene el recuerdo más vivo es “Brillith”, esposa de César González y quien lo acompañó en la noche del concierto. El testimonio de la mujer detalla que su esposo pronto viajaría a Estados Unidos para cumplir el llamado “sueño americano”, pero en un abrir y cerrar de ojos todo cambió.
“Cielo, cuando te dije que era la última foto de los conciertos no me refería a esto. JAMÁS, JAMÁS voy a olvidar tu mirada de serenidad al ver que ya me había sacado de ese despelote que había y en un abrir y cerrar de ojos ya no te vi. Te grité, te busqué, te llamé y cuando al fin te vi ya no contabas con signos vitales, mi cielo. Dijiste: ‘te voy a amar más allá de la muerte, pero aún no era el tiempo”, narró.
SAIRA FALLECIÓ POR INTENTAR GANARSE LA VIDA
Saira Ana Santizo Morales de 34 años llegó al concierto de Xelafer para recolectar latas, pues, según describen los medios locales, este era uno de sus medios de vida.
TRAGEDIA EN XELA
Historias y recuerdos envuelven la imagen de las víctimas ➡️ [] pic.twitter.com/nRYR8HslWT
— Diario La Hora (@lahoragt) September 18, 2022
“Es triste la historia de una madre que encontró la muerte trabajando. Ella se encontraba trabajando en el lugar recolectando latas de aluminio para poder vender y llevar el sustento a su hogar. Saira acostumbraba ir a este tipo de eventos para recolectar un buen número de latas”, recoge el medio Tele 12 Noticias.
El medio detalla que familiares y amigos la describían como una mujer sencilla, amable y honrada. Originaria de San Marcos dejó en orfandad a seis hijos, el más pequeño de 3 años. Ella era viuda, según se informó.
MADRE E HIJA FALLECEN EN EL CONCIERTO
Dos de las seis mujeres que fallecieron son Vilma Ana Dalila Sánchez Figueroa de 40 años y Ashley Estefany Sánchez de 12 años.
Las páginas informativas locales mencionan que ambas residían en Malacatán, San Marcos. Vilma Ana Dalia Sánchez Figueroa, mejor conocida como “seño Dalia”, era maestra de la escuela oficial rural mixta “La Montañita Malacatán”.
Ambas fallecieron por asfixia por compresión torácica.
LA ÚLTIMA NOCHE DE ENTRETENIMIENTO DE GÉNESIS
Otra de las víctimas fue la joven de 17 años, Génesis Tamara Gutiérrez Barrios. El medio Tele 12 Noticias refiere: “lo que parecía para ella una noche de entretenimiento y diversión terminó con su vida”.
Gutiérrez Barrios prometía ser una líder en potencia para su comunidad. Formó parte de la brigada juvenil de Bomberos Voluntarios y recientemente se integró al programa “Líderes de Impacto”, promovido por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) con el apoyo de la comuna malacateca.
PIDEN SOLIDARIDAD CON LOS SAQUIC
Matilde Saquic Renoj de 38 años y Pedro Abraham Ramírez Saquic de 13 años fueron inhumados en el cementerio General de Chichiguitán, Quetzaltenango.
Luis Enrique Toc, familiar de ambos no comprende cómo es que este caso pudo suceder, pero reconoce que en estos momentos la familia necesita de la solidaridad de la población.
“Nosotros no logramos comprender por qué en algunos casos llega a suceder eso, pero queremos ver cómo la sociedad podría ayudarnos. Los padres son de escasos recursos y los gastos no solo incurre en un ataúd y una funeraria. Los familiares salen de su casa y regresan en una caja. No es nada sencillo”, declaró.
GUSTAVO, UN DEPORTISTA Y UNIVERSITARIO
Asimismo, en redes sociales Gustavo Sebastián Morales Molina de 20 años no solo es descrito como una cifra entre las víctimas, sino como un joven atlético en vida que cursaba su educación superior.
Stereo 100 recaba: “el joven estudiaba el cuarto semestre de criminalística en una universidad de Quetzaltenango. Además, era deportista, jugador de fútbol de la agrupación Audaz Ostucalquense”.
Él fue inhumado en el Cementerio General de San Juan Ostuncalco.