A pesar de que un sector significativo de la comunidad sancarlista desconoce a Walter Mazariegos como rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), este comunicó su toma de posesión el 1 de julio de 2022. Sin embargo, desde el anuncio fuera del edificio de la rectoría, que permanece tomado, y del campus central pronostica un panorama de ingobernabilidad, con al menos 20 unidades académicas y centros universitarios unidos contra su gestión.
Además, quedan pendientes de resolver nueve acciones de amparo, dos apelaciones y dos querellas contra el proceso, que de forma cuestionada lo llevó a la rectoría en una elección, en la finalmente se presentó como candidato único, dado que los otros
Junto al escenario legal y de hecho con las múltiples protestas, profesionales consultados por La Hora refirieron otros retos que posiblemente enfrentará la comunidad universitaria a corto y mediano plazo.
LA CRISIS HEREDADA
Para Raúl Molina, exdecano de la Facultad de Ingeniería de la Usac (1976-1980) y exrector interino en 1980, analizar la coyuntura universitaria requiere dar un vistazo hacia su pasado más cercano.
#EditorialLH
Quienes fueron sindicados de incurrir en corrupción, ahora se proclaman víctimas de injusticias, como si no supiéramos que todo es resultado de una burda componenda entre el ente acusador y los juzgadores. https://t.co/hO69rpqAOa— Diario La Hora (@lahoragt) July 11, 2022
Recordó que el 17 de mayo pasado los exrectores Estuardo Gálvez (2006-2014) y Murphy Paiz (2018-2021), ambos implicados en el caso “Comisiones Paralelas 2020”, obtuvieron su libertad condicional “por razones humanitarias” luego de permanecer bajo prisión preventiva en la cárcel de Mariscal Zavala.
Ambos fueron ligados a proceso penal sindicados por asociación ilícita, tráfico de influencias y violación a la Constitución. “La corrupción en la Usac ha estado presente por varias décadas, pero la imposición fraudulenta de Mazariegos profundizará la misma”, consideró Molina.
Lo anterior deriva de que, en criterio del exrector interino, en este momento la casa de estudios superiores “necesita y merece” un rescate inmediato, pero “no hay gestión posible con Mazariegos (…) ese rescate estará en la oposición a las nuevas autoridades”.
Sobre esto cobra relevancia la manera en que Mazariegos asumió la rectoría de la Usac, mediante una elección que excluyó al 58% de los votantes establecidos para el proceso: 35 electores al no ser avalados por el CSU y 63 más al impedirles el ingreso a las instalaciones del Parque de la Industria para emitir su voto.
Por lo anterior, el reto principal para Molina es cómo expulsar a Mazariegos de la rectoría y evitar que las personas que le acompañan hagan daño a la universidad o de lo contrario “cada día que pase veremos un cuadro más parecido al que presenta el Estado guatemalteco, que ve constantemente destrozadas sus instituciones democráticas”.
AHORA, UN PANORAMA INGOBERNABLE
A la fecha, 15 unidades académicas a nivel metropolitano se han sumado al paro de actividades académicas de la Usac con 10 edificios tomados, así como cinco centros departamentales. En este marco, algunas de las unidades han conformado frentes integrados por agremiados, docentes, estudiantes y personal administrativo, para en conjunto comunicar en conferencias de prensa desconocer a decanos y representantes del CSU cómplices del proceso fraudulento.
Ese panorama no es percibido con negatividad por Lenina García, exsecretaria general de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) en el periodo 2017-2019, aunque comprende que no todas las personas puedan sumarse en sincronía a las medidas de hecho.
A pesar de lo anterior, un punto crucial en la resistencia sancarlista, analizó la exdirigente es remarcar la vergüenza pública que pueda sentir el equipo de Mazariegos al llegar al poder sin un proceso legítimo.
“¿Por qué obedecer a ciertas autoridades que han violentado los derechos de la misma comunidad universitaria?”, cuestionó García. “Nos espera una universidad en crisis, pero cuando hay crisis en los sistemas es porque hay algo que se está moviendo. Hay que entender esa crisis y crear otras formas de organización”, planteó.
Desde una mirada externa, la exsecretaria de la AEU analizó que los videos comunicativos de Mazariegos recientemente publicados en redes oficiales de la Usac son parte de una estrategia para aparentar “que todo está bajo control (…), pero al final es solo una forma de querer pasar la página, hacer borrón y cuenta nueva y decir ‘bueno, yo ya soy el rector y vengo a poner orden aquí”.
Estos discursos deben ser interpretados cuidadosamente, según García, ya que algunas personas podrían creer “que lo mejor es ya no criticar y conformarse con que aunque haya llegado como quiso, que siga su gestión. Como en la política nacional que a veces se vota y se participa aunque sepamos que el sistema es corrupto y después ya nadie cuestiona porque es como normalizar la impunidad en nuestros espacios”.
LOS OTROS PROCESOS QUE SE VERÁN RETRASADOS
Además de los procesos académicos que podrán ser interrumpidos en el segundo semestre del ciclo 2022, uno de los eventos susceptibles a la coyuntura será la elección de una nueva directiva de la AEU. Actualmente quienes cumplen esas funciones son los miembros del Consejo Consultivo.
No obstante, las elecciones estudiantiles también se ven obstaculizadas por el paro universitario, debido a que limita el registro y estadística, razón por la cual todavía no se ha definido el padrón electoral. Además, algunas de las planillas que se proyectan para la contienda han tenido problemas con la documentación de este año, al no poder acceder a la papelería necesaria para participar.
En tanto, la AEU provisional jugará un rol importante en la cohesión entre escuelas no facultativas, centros regionales y facultades, según las apreciaciones de Andrés García, exsecretario general adjunto de la AEU 2019-2021. Asimismo, consideró sustancial el papel de esta agrupación como denunciante de las anomalías en el marco de la elección de rector.
“También será importante a la hora de plantearse otro tipo de actividades académicas, así como mediáticas porque eso ha hecho bastante falta ahorita que los estudiantes tengan la narrativa dominante, pues nos hemos dado cuenta que la narrativa dominante la ha tenido Walter Mazariegos. Ellos poseen mayor poder que nosotros y poder adquisitivo, pero poco a poco ha ido creciendo la colectividad dentro de los movimientos en contra del fraude”, agregó.
LOS SECTORES MÁS OLVIDADOS
Al preguntarle al exdirigente y estudiante de Ciencias Jurídicas y Sociales cuáles son aquellos sectores afectados por la actual crisis y que no han recibido la visibilidad suficiente, señaló en primer lugar a los pedagogos en formación de la Facultad de Humanidades, dirigida por más de una década por el mismo Mazariegos.
Para García, durante los años de Mazariegos como decano de Humanidades, estos estudiantes recibieron el golpe más duro con cátedras deficientes, sobre todo los alumnos de las extensiones departamentales de la facultad.
“Si en 20 años no se hicieron esfuerzos por mejorar la calidad de los centros universitarios, en cuatro años que tendrá como rector dudo mucho que vaya a defender los intereses de los centros departamentales, y lo digo porque son siempre de quienes se olvida”, manifestó.
#LaHoraDeActualizarnos En caso que tu perro se extravié, así podrás localizarlo: https://t.co/6eZ5DMpjBs
— Diario La Hora (@lahoragt) July 11, 2022
Por otro lado, resaltó que las consecuencias de los cambios que genere esta nueva gestión los padecerán los futuros estudiantes de la Carolina.
“Ya solo con que la matrícula cueste más de Q90 representa un obstáculo para el acceso de una gran cantidad de personas, pero se desconoce si se incrementará la deuda de la universidad y eso mismo cause que se eleven los precios de la matrícula. Por ejemplo, los exámenes vocacionales ahora están a Q70 y antes a Q50. Eso poco a poco puede reducir la cantidad de estudiantes que finalizan sus estudios; obviamente de quienes no pueden pagar una universidad privada”, lamentó.
EL PRÉSTAMO SOBRE LA MESA
Durante la administración de Murphy Paiz la Usac intentó gestionar un préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por USD$120 millones (unos Q921.5 millones).
Dichos recursos serían destinados a la tercera etapa del Programa de Inversión e Infraestructura, Maquinaria y Equipo para la universidad, pero no fue concretado a pesar de ser aprobado por el Congreso en abril de 2019.
Con la elección de Mazariegos como rector para el período 2022-2026 el préstamo vuelve a ser una posibilidad, considerando que su reactivación “equitativa” fue una de sus propuestas de campaña.
El financiamiento para proyectos de infraestructura debe ser observado con doble lupa, pues tal como se ha publicado en distintos trabajos periodísticos se conoce que este tipo de proyectos pueden ser un foco de corrupción. Al menos, esta perspectiva también la comparte Molina por tres razones:
Primero, “esos fondos cuantiosos no serán utilizados para el beneficio de la USAC; sería la “piñata de la corrupción universitaria”; segundo, “no puede plantearse un préstamo para una universidad que debe ser totalmente transformada al concluirse la Reforma Universitaria”; y tercero, “no existen mecanismos de control de los fondos que otorgue el Banco”.
Asimismo, en este segundo semestre del 2022 el Ejecutivo presentará el proyecto de presupuesto para el siguiente año a la Comisión de Finanzas y Moneda del Congreso de la República y queda a la expectativa cuánto será asignado a la única universidad pública del país.
Al menos hasta este año la Usac reportaba un déficit de Q618 millones 737 mil 615. Este monto, según la Dirección Financiera no incluye los compromisos acumulados de la Usac como la deuda al Plan de Prestaciones, promociones docentes, ajuste salarial y la cobertura de la Universidad en relación con su crecimiento estudiantil.