Por Jeanelly Vásquez
jvasquez@lahora.com.gt
La Compañía de Jesús compartió mediante un comunicado una invitación a los Estados Internacionales y entidades financieras para emplear medidas que faciliten el fin de la pandemia del coronavirus. Además, se comprometió a involucrarse en actividades de incidencia política a nivel local, nacional e internacional para garantizar que todas las personas a nivel global tengan acceso a la inmunización COVID-19.
El colectivo resalta que el 87% de las vacunas distribuidas a nivel mundial han sido destinadas a países de renta alta o media-alta, mientras que los países de renta baja han recibido el 0.2% de las unidades. Agrega que más de 3,200,000 de personas han fallecido a causa del coronavirus a nivel global.
Lo anterior fue secundado por los parlamentarios estadounidenses, Adriano Spaillat, Albio Sires, Yvette D. Clarke y Raúl Ruiz, quienes expusieron que actualmente las 10 naciones más adineradas del mundo han adquirido el 75% de las vacunas producidas globalmente, lo cual implica que países en vías de desarrollo no puedan obtener el medicamento con la misma facilidad.
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“En la Frattelli Tutti —segundo documento más relevante emitido por los papas, después de la Constitución Apostólica— el Papa Francisco nos invita a darnos cuenta de que todos estamos en el mismo barco, pero hace hincapié en las desigualdades existentes exacerbadas por la pandemia de COVID-19. Destaca como las naciones del mundo no han cooperado para garantizar la distribución justa de los recursos, especialmente entre nuestros hermanos y hermanas desfavorecidos”, acotó el ente católico.
El grupo católico compartió que desde la Comisión COVID-19 del Vaticano y la Declaración de Líderes Religiosos se ha demandado la descentralización de las vacunas, tomando en cuenta lo pronunciado por las altas autoridades de la iglesia católica, la Compañía de Jesús expresó públicamente su compromiso con la defensa de la salud de todas las personas, la distribución y producción de las vacunas a los más vulnerados.
“La excesiva acumulación de vacunas por parte de los países ricos amenaza aún más la vida de las personas en todo el mundo, ya que contribuye a que se produzca el doble de muertes que si las vacunas se distribuyeran según un modelo equitativo y basado en la población. Países como el Reino Unido y Estados Unidos han comprado hasta tres vacunas por persona”, aseguró la Compañía.
APOYAN LEVANTAMIENTO DE PATENTE DE VACUNAS
Por iniciativa de Sudáfrica e India se propuso a la Organización Mundial de Comercio (OMC) la producción de vacunas sin atribución a la propiedad intelectual. Lo anterior contribuiría a la producción unidades más baratas y accesibles en todo el mundo, beneficiando mayormente a países en vías de desarrollo donde el acceso a la vacuna COVID-19 es escaso.
La agrupación mostró su aprobación hacia el levantamiento de las patentes, pues puntualiza que la petición ha recabado un importante apoyo de los países de ingresos bajos y medios y es un paso crucial para la expansión de la vacunación. “De conformidad con las Preferencias Apostólicas Universales, que nos llaman a caminar con los excluidos en una misión justa y reconciliación, la Compañía de Jesús apoya plenamente esta propuesta”, expresó.
Por su lado, el superior general de la Compañía Católica, P. Arturo Sosa, considera que la pandemia ha ensañado que la humanidad es una sola, y la única forma de sobrellevar a la enfermedad es “velando por el bien común y tomando en serio la propia responsabilidad individual”.
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Con base en lo comunicado anteriormente, la Compañía pide que los países que aún bloquean la exención temporal de las patentes consideren cambiar de opinión para ayudar a ampliar y acelerar la producción de vacunas, medicamentos y tecnologías para mitigar la pandemia. Adicionalmente, solicitan a los gobiernos internacionales priorizar a las comunidades más desfavorecidas.
A lo anterior, suman un llamado a los países más desarrollados para suplir las carencias de financiación del mecanismo COVAX e insta a donar sus excedentes de vacunas a las naciones pobres. Solicita a las entidades financieras internacionales cancelar las deudas de los países subdesarrollados para que puedan concentrarse en recuperarse de la crisis sanitaria.
