Por Grecia Ortíz
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La organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, Kaiser Family Foundation (KFF por sus siglas en inglés), que comparte información sobre diferentes temas, pero principalmente de salud, expuso en un artículo algunos datos sobre el debate que ha surgido sobre cuándo y cómo reabrir las escuelas y sobre los trabajadores que son más vulnerables en sus lugares de trabajo.
El artículo destaca que la educación es principalmente una preocupación estatal, así como local y que, si bien se ha recibido orientación mixta de los funcionarios federales, las decisiones sobre la reapertura se tomarán a nivel estatal y local.
No obstante, explican que uno los Centros para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), ya han identificado una serie de factores que ponen a las personas en mayor riesgo en caso de resultar infectados con el nuevo virus.
MAESTROS Y PERSONAL ADULTO DE ESCUELAS SE ENFRENTAN A RIESGO MAYOR
Los riesgos, según explican, se duplican para quienes tienen afecciones de salud como diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) enfermedad cardíaca, asma moderada o grave, tener un índice de masa corporal (IMC) mayor de 40 por ciento o un sistema inmunitario comprometido, que por ejemplo, puede presentarse durante el tratamiento del cáncer.
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Otro de los riesgos es que una persona tenga 65 años o más, de hecho, apuntan en un estudio anterior, que casi uno de cada cuatro trabajadores tiene un mayor riesgo de enfermedad grave si se infectan.
“Si bien los niños corren menos riesgo de contraer una enfermedad grave por el coronavirus que los adultos y a menudo tienen síntomas leves o no presentan síntomas cuando están infectados, los maestros y otro personal adulto en las escuelas enfrentan un riesgo mayor”, señalaron.
ESPACIOS REDUCIDOS SON UN DESAFÍO IMPORTANTE
Por ello, explican en su análisis que se encontró que al menos uno de cada cuatro maestros, es decir un 24 por ciento de 1.47 millones de personas, poseen una condición que los ponen en riesgo mayor de contraer el virus.
Este porcentaje, de acuerdo con el KFF, es el mismo encontrado para los trabajadores en general, así que el desafío para los sistemas escolares y para los maestros en particular es el gran volumen de tráfico y los espacios reducidos en muchos entornos escolares, lo que puede hacer que el distanciamiento social sea un desafío importante.
Por ello, mencionan que en los maestros con un mayor riesgo, el fracaso en lograr condiciones de trabajo seguras podría llegar a tener un resultado negativo, dada la dificultad de mantener el distanciamiento social en un ambiente escolar abarrotado, así que estos maestros pueden ser reacios a regresar a escuelas hasta que las infecciones caigan a niveles mucho más bajos.
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El KFF, menciona que la enseñanza no es una profesión bien remunerada, así que muchos maestros pueden sentirse económicamente obligados a regresar a sus escuelas si vuelven a abrir incluso si esos maestros no se sienten seguros.
Así que garantizar la seguridad de los maestros y otras personas con mayor riesgo de enfermedad grave por coronavirus es una parte crucial del cálculo en torno a la reapertura.
Para realizar el análisis, el KFF se basó en datos de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud (NHIS) de 2018, para observar la proporción de trabajadores que estarían en mayor riesgo de enfermarse gravemente si se infectan con el coronavirus.
En los últimos días autoridades y también ciudadanos, han cuestionado en Estados Unidos el posible retorno de miles de estudiantes a clases presenciales mientras los casos de COVID-19 en ese país se mantienen en auge.