Personas en espera para poder entrar en un supermercado en Panamá en cumplimiento de las nuevas normas de distanciamiento físico. Foto: ONU

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Un estudio especial efectuado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, de las Naciones Unidas, (CEPAL), enfatiza en que la pandemia del COVID-19, llevará a la mayor contracción de la actividad económica en la historia en América Latina y el Caribe, porque se prevé una contracción regional promedio del -5.3 por ciento del PIB en 2020.

La proyección de crecimiento del PIB que prevé ese organismo para Guatemala, según el estudio especial publicado, sería del -1.3 por ciento

Además, el organismo detalla que para Centro América, la caída sería de un -2,3 por ciento, lo que se vería afectado por la caída en el turismo y la reducción de la actividad económica de Estados Unidos, su principal socio comercial y fuente de remesas.

En el caso del Caribe, explican que se contraería en -2,5 por ciento, debido a la reducción de la demanda de servicios turísticos.

Mientras que en América del Sur se contraería un -5,2% debido a que varios países de esta zona se verán muy afectados por la caída de la actividad de China, que es un importante mercado para sus exportaciones.

En América Latina y el Caribe, el informe destaca que desde antes de la pandemia acumulaba casi siete años de bajo crecimiento, con un promedio del 0,4 por ciento entre 2014 y 2019.

LA PEOR CAÍDA EN SU HISTORIA

Sin embargo, la crisis que sufre la región este año 2020, sería con una caída del PIB de -5,3 por ciento, es decir la peor en su historia y por ello enfatizan en que para una contracción de magnitud comparable hace falta retroceder hasta la Gran Depresión de 1930 (-5%) o más aún hasta 1914 (-4.9%).

La proyección de crecimiento del PIB que prevé ese organismo para Guatemala, según el estudio especial publicado, sería del -1.3 por ciento. Foto La Hora.

De hecho el documento plantea que la crisis del COVID-19 se ha transmitido a América Latina y el Caribe a través de cinco canales.

«Una reducción del comercio internacional, la caída de los precios de los productos primarios, la intensificación de la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales, una menor demanda de servicios turísticos y una reducción de las remesas», dice un comunicado de prensa de CEPAL.

PREVEEN UN FUERTE AUMENTO DEL DESEMPLEO

Durante la presentación del informe especial, Alicia Bárcena, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), indicó que los efectos del coronavirus generarán la recesión más grande que ha sufrido la región desde 1914 y 1930

“Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad”, mencionó Bárcena.

En ese orden, la funcionaria de Naciones Unidas, destacó la urgencia de acceder a recursos financieros con base en un apoyo flexible de los organismos financieros multilaterales, acompañado de líneas de crédito a bajo costo, alivios del servicio de la deuda y eventuales condonaciones.

Aunque, anotan que la interrupción de las cadenas de valor producida por la pandemia impactará con mayor intensidad en las economías brasileña y mexicana, que poseen los sectores manufactureros más grandes de la región.

El valor de las exportaciones en la región de acuerdo con CEPAL, caería cerca del 15 por ciento, y los mayores impactos se darían en países de América del Sur, no obstante, el valor de las exportaciones de Centroamérica, el Caribe y México sufrirá el impacto de la desaceleración de la economía de los Estados Unidos.

México, también se verá golpeado por la caída del precio del petróleo.

MILLONES DE DESEMPLEADOS

Además, la tasa de desempleo se ubicaría en torno a 11.5 por ciento, es decir un aumento de 3.4 puntos porcentuales respecto al nivel de 2019 (8,1%), de esta forma, el número de desempleados de la región llegaría a 37,7 millones.

La elevada participación de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en la creación del empleo (más del 50% del empleo formal) aumenta los impactos negativos, de acuerdo con CEPAL, pues este sector ha sido duramente afectado por la crisis.

«Mientras que la desigualdad de género se acentuará con medidas como el cierre de las escuelas, el aislamiento social y el aumento de personas enfermas, pues aumentará la sobrecarga de trabajo no remunerado de las mujeres», anota el comunicado.

La caída de -5,3% del PIB y el aumento del desempleo tendrían un efecto negativo. Foto: La Hora

Por otro lado, la caída de -5,3% del PIB y el aumento del desempleo tendrían un efecto negativo directo sobre los ingresos de los hogares y su posibilidad de contar con recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas.

AUMENTO DE POBREZA

Otro de los indicadores, que también mostrará un cambio, será el de la tasa de pobreza en la región, que aumentaría en 4.4 puntos porcentuales durante 2020 al pasar de 30.3 a 34.7 por ciento, lo que significa un incremento de 29 millones de personas en situación de pobreza.

«Por su parte, la pobreza extrema crecería en 2,5 puntos porcentuales pasando de 11,0% a 13,5%, lo que representa un incremento de 16 millones de personas», dice CEPAL.

La Comisión, hace énfasis en que no se revertirá la globalización, pero sí habrá una economía mundial más regionalizada en torno a tres polos: Europa, América del Norte y Asia oriental.

CONTRACCIÓN DE REMESAS TENDRÁ UN FUERTE IMPACTO

El informe especial de CEPAL, hace énfasis en que los flujos de remesas hacia América Latina y el Caribe se podrán contraer entre un 10 por ciento y un 15 por ciento en 2020, y podrían pasar entre 4 y 8 años para que se retome el monto alcanzado en 2019.

«En varios países de la región, la contribución de este flujo a la actividad económica es muy significativa. En Haití representaron más del 30% del PIB; El Salvador y Honduras aportaron en torno al 20%, y en Jamaica, Guatemala y Nicaragua su peso fue superior al 10%», resalta el informe.

El informe especial de CEPAL, hace énfasis en que los flujos de remesas hacia América Latina y el Caribe. Foto: La Hora/Archivo

Además, destacan que entre un 80 y un 90 por ciento de las remesas se usan para cubrir necesidades básicas de los hogares receptores (alimentación, salud y vivienda), por lo que su contracción tendrá fuertes efectos en el consumo y la incidencia de la pobreza.

Asimismo, destacan que en el principal país de destino de los migrantes de la región EE. UU., la crisis sanitaria afecta a sectores en los que dichos migrantes tradicionalmente se emplean, como la construcción, los restaurantes y los hoteles.

CRISIS DEMUESTRA LOS APORTES DE LA FUERZA LABORAL MIGRANTE

El informe destaca que en 2018, el 28,7 por ciento de los migrantes provenientes de los países de la región se empleaban en servicios y el 20,6 por ciento en construcción y mantenimiento, según datos del CENSO de EE. UU., de 2918.

«El impacto de la crisis en las remesas podría verse atenuado por los apoyos directos (transferencias) que reciban los migrantes en los lugares de destino y las familias receptoras en las comunidades de origen», menciona CEPAL.

Además, la crisis también ha mostrado los aportes de la fuerza laboral inmigrante en sectores como la producción de alimentos y los servicios de salud en estados donde tienen una presencia considerable.

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