Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Desde la Basílica de Esquipulas en Chiquimula, con motivo de la Oración de Súplica que se realizó este jueves, en la que estuvieron presentes obispos del país, el cardenal y monseñor Álvaro Ramazzini, se refirió a varios temas de la coyuntura nacional relacionados al coronavirus COVID-19.

Ramazzini dijo que es un escandalo que en un país, pueda haber “cristianos” que lucren con el dolor ajeno y que en procesos legislativos los representantes de un pueblo hambriento, sin medicinas, desempleados y ancianos, solo procuren sus propios intereses.

“Que escándalo en un país que se dice cristiano que tremendo entender de verdad que pueda haber cristianos que lucren con el dolor ajeno, que lucren y lo digo porque el obispo Recinos, obispo de Zacapa y Chiquimula y de esta prelatura lo recordaba que lucren con sus intereses políticos y que lo único que les interese sea verdaderamente estar bien ellos, que escándalo”, aseguró en su reflexión el cardenal.

La oración fue transmitida desde la Basílica del Santo Cristo de Esquipulas y decenas de feligreses siguieron la transmisión que compartió la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), en su cuenta de Facebook.

Y es que los representantes del pueblo, a decir del Cardenal, son representantes de sus propios intereses cuando hacen leyes que los van a favorecer y ahora ya no debería haber una separación o divorcio entre fe y obras, como lo dijo el Papa Juan Pablo II, porque esa es la crisis que el virus pone en evidencia, añadió.

Asimismo, recordó que es precisamente Chiquimula, un sitio con importancia para los migrantes, pues por ahí pasan muchas personas, no solo centroamericanas, sino también haitianos y africanos que buscan llegar a Estados Unidos.

TENER UN CARGO PÚBLICO ES OLVIDARSE DE UNO MISMO PARA PENSAR EN LOS DEMÁS

Además, resaltó que la responsabilidad ahora es de todos y mencionó que a pesar del toque de queda muchas personas hace dos días en la capital, no quisieron obedecerlo y que ahí es donde se pregunta en dónde está el sentido ciudadano y el de la fe.

Ante la imagen del Santo Cristo de Esquipulas, el cardenal recordó que fue ese el lugar en donde se firmaron los Acuerdos de Paz y se comenzó el proceso para darle fin al conflicto armado interno.

El Cardenal, añadió que espera que los estragos que el COVID-19 ha hecho en otros países no lleguen a Guatemala y que quienes tienen responsabilidades sociales, las cumplan sin buscar privilegios, favoritismos de ninguna clase, olvidándose que tienen una responsabilidad social.

“Deben de aprender que hay que olvidarse de uno mismo porque tener un cargo público, una función social importante a nivel económico, a nivel social, a nivel familiar es olvidarse de uno mismo para pensar en los demás eso es lo que queremos pedirle al señor. Que los corazones endurecidos por la ambición la avaricia, la codicia la indiferencia, el orgullo las pretensiones individualistas que todo eso sea destruido con el poder del amor”, afirmó.

CORONAVIRUS VINO PARA QUEDARSE

Ramazzini también hizo énfasis en que es difícil amar al prójimo en situaciones que no son normales, y que desgraciadamente el coronavirus ha venido a quedarse, como otras enfermedades, así que tendremos que aprender a vivir con ello, puntualizó.

Al mismo tiempo, en su reflexión, el cardenal mencionó que hasta hubo necesidad de que hubiera un decreto de Gobierno para impedir el acaparamiento de artículos en el país, así como impedir la especulación de precios en los primeros días de la crisis, situación que dijo daba vergüenza.

“Que haríamos amigos, amigas, hermanos y hermanas, que nos sintonizan a través de los medios de comunicación qué haríamos si a nosotros nos sucediera como lo que sucedió en algún país de Europa en España concretamente, mil personas muertas en un día, sin la posibilidad de sepultarlos, quemarlos, sin la posibilidad de luto, qué haríamos, estamos en un momento sumamente importante en el que verdaderamente la fe tiene que llevarnos a actuar”, aseveró.

Asimismo, destacó que este no es un problema solo de una región sino a nivel global, en el que los gobiernos están tratando de hacer lo que deben, aunque no depende solo de ellos.

“Los gobiernos están tratando de hacer lo que deben de hacer y qué bueno y hay que animarlos a que lo sigan haciendo pero en un país no es solo el Gobierno el que tiene que tomar decisiones están también los que tiene el poder económico, están también los que tiene el poder de las organizaciones sociales, están también los que tienen el poder de ir creando más y mas servicios públicos que ayuden a que estas situaciones no nos pongan en aprietos como podrían ponernos en aprieto”, aseveró.

EL CORAZÓN DE LOS MIGRANTES SUFRE

Ramazzini también expresó que ha recibido correos electrónicos de migrantes que viven en Estados Unidos, quienes le han contado que no tienen empleos y no van a poder enviar dinero de remesas, “no van a poder mandar el dinero de las remesas, no pueden ahora darles a sus familias lo que siempre les han dado y el corazón de ellos sufre doblemente por no poder dar lo que siempre han dado y por estar lejos sin saber qué pasa aquí”.

Y finalmente, destacó que la gloria de las resurrecciones es vivir en el amor unos a otros, aspecto que comienza con lo mínimo en el respeto a las leyes y que implica que indudablemente quienes más responsabilidad tienen de dirigir a la sociedad lo hagan buscando el bien común y no sus intereses oscuros como lo dijo el obispo y monseñor Ángel Recinos al inicio de la Oración de súplica.

“Es hora de la solidaridad, de la solidaridad humana hablemos de solidaridad humana para los que dicen que no creen en Dios, pero es hora de la solidad cristiana”, puntualizó.

De acuerdo con la CEG, la Oración de Súplica por Guatemala, era para pedir protección ante la pandemia del COVID-19, para que “ilumine a nuestras autoridades y fortalezca y anime a todo el Pueblo de Dios” y conceda salud a los enfermos y el descanso eterno a las víctimas del virus.

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