Tras cinco días fueron encontrados los cuerpos de Olga y Hellen, tras el hundimiento en Villa Nueva. Foto: La Hora/AFP

“Muchísimas gracias por todo ese apoyo que nos dieron de hacer un esfuerzo por sacar a mis dos familiares, en nombre de mi cuñado que está viendo o está escuchando ahorita, en nombre de él doy gracias. El apoyo que hicieron toda la gente que estuvieron aquí, todo el trabajo que hicieron, muchísimas gracias”, fueron las palabras de agradecimiento que Santa Chay, cuñada de Olga y tía de Hellen, pronunció con dolor para los socorristas que permanecieron en la búsqueda desde el sábado 24 de septiembre.

La tragedia que cobró la vida de madre e hija y dejó sin consuelo a una familia entera. Santa continuó agradeciendo con una voz quebradiza: “no podemos pagarle en muchas cosas, pero Dios sabe la obra que están haciendo, Dios le bendiga a cada uno, a cada nombre de ustedes. Dios bendiga, esa es mi única palabra y les agradezco de todo corazón, les agradezco porque mi familia estuvo cinco o seis días ahí, pero les agradezco”.

Finalizó con un tono angustiado mientras ponía sus manos en el pecho: “yo pensé que ya nunca vamos a encontrar, que ya nunca vamos a saber nada de ellos, pero gracias a Dios ya hoy terminó este sufrimiento, hoy terminó esa lucha que hicimos aquí. Gracias por todo y de todo corazón, Dios les bendiga, gracias”.

La interminable búsqueda fue liderada por los cuerpos de socorristas a quienes los presentes llamaron “héroes” por la labor que se extendió por 120 horas hasta que finalizó pasadas las 22:00 horas del jueves 29 de septiembre con el rescate de los cuerpos de las víctimas de esta tragedia.

ANGUSTIA PROLONGADA

La familia de Olga y Hellen fueron los primeros en alertar la desaparición de las mujeres, acudieron y permanecieron en el lugar desde las primeras horas del domingo 25. Indicaron a los socorristas y autoridades que ambas viajaban con Alfonso Mejía en el picop rojo y que estaban desaparecidas.

Horas antes Alfonso había sido trasladado al Hospital Roosevelt luego de ser rescatado por los cuerpos de socorro.

Él llamó a la familia, les relató lo sucedido e informó que su esposa e hija permanecían en el hundimiento donde el automóvil cayó la noche anterior. Alfonso perdió las falanges distales del dedo anular y medio de la mano izquierda.

Adolfo llamó a Griselda, su hermana para dar el aviso: “él me llamó a mí y me dijo que tuvieron un accidente y que hiciera favor de avisar a toda la familia para que fuéramos a buscarlas aquí en los agujeros, porque ellas habían desaparecido”, señaló Griselda.

 

PIDIÓ AYUDA PARA SUS FAMILIARES

Relató que él trató de rescatar a ambas cuando le brindaron una escalera para salir, él salió y pidió que las ayudarán, pero los bomberos no le ayudaron porque no escucharon.

Adolfo Mejía le explicó a Griselda: “Yo vi cuando la tierra cayó y el río las arrastró y no pude hacer nada, no sé dónde están. Él me decía, me dijo que cayó en el primer agujero, pero el carro estaba en el segundo y eso les dijo a las autoridades”.

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De acuerdo con Griselda, si su hermano no hubiera salido continuarían soterrados. “Si mi hermano no hubiera salido, ellos hubieran quedado soterrados sin saber nada de lo que había pasado porque las autoridades no identificaron el segundo auto sino, según ellos, solo era uno”, añadió.

Además, Griselda mencionó: “Dicen que el agujero ya estaba, pero no sé porque las autoridades no pusieron algo, hubieran acordonado y no dejaron nada, dejaron ese agujero porque de plano les dio miedo que se colapsara más, pero no les dio miedo la vida de las demás personas que venían manejando”.

 

MUY AFECTADO

Dadas las circunstancias él se mantuvo en reposo en su residencia y no acudió al lugar, el dolor, más emocional que físico, no se lo permitió “porque no aguanta… no es fácil”, detalló una familiar.

Miembros de la familia oraron hincados, lloraron, incluso gritaron por las alcantarillas cercanas los nombres de madre e hija en un intento por ubicar a Olga y Hellen.

La angustia y preocupación se alargaba, cada día con menos esperanza de encontrarlas, pero aferrados a la promesa del alcalde villanovano, Javier Gramajo de persistir con la búsqueda hasta encontrarlas “vivas o muertas”.

Cuando por fin se localizó el vehículo una familiar describió que “es una tranquilidad y una paz que nos da, pero, como le digo, primeramente, Dios los cuerpos están ahí”. Detalló que incluso los familiares que viven en Totonicapán se mantenían al tanto de la situación.

 

HÉROES SIN CAPA

Los cuerpos de socorro que mantuvieron labores en el área fueron el cuerpo de Bomberos Municipales Departamentales, la Unidad Humanista de Rescate del Ejército de Guatemala, Bomberos Voluntarios y el personal de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), a quienes los familiares agradecieron innumerables veces.

Una representante del cuerpo de bomberos Municipales reconoció la ardua labor y les agradeció por trabajar tantos días sin descanso y sin importar las condiciones climáticas. Los presentes también elevaron una oración por lograr la localización de las víctimas y por haberles dado la fuerza para trabajar en el rescate de estas dos mujeres.

Los presentes también les otorgaron un aplauso en reconocimiento y agradecimiento.

El momento exacto donde localizaron el vehículo en el que viajaba Olga y Hellen. Foto: La Hora/Cortesía
OLGA Y HELLEN

Madre e hija de la familia Mejía Choz serán recordadas para siempre por las personas con quienes convivieron. Olga Emilia Choz Ulín de 38 años, madre de tres hijos de 13, 14 y 18 años de edad se dedicaba a vender alimentos en la zona 3 de la capital y a la venta de ropa para colaborar en el ingreso diario familiar.

Hellen Mejía Choz de 14 años se estaba preparando para su cumpleaños número 15 el próximo 9 de octubre que sería celebrado el 23 del mismo mes.

“Ya teníamos salón, ministerio de alabanza, todo lo que ella quería ya estaba planeado, y ver este tipo de cosas es muy triste, (…) ella era una niña muy querida, era la primera sobrina que teníamos mujer, era la más grande y saber que esto pasó es muy lamentable”, indicó Griselda.

Además, mencionó que a raíz de la pandemia decidió no estudiar, ya que ella quería presentarse de forma presencial.

“Ella terminó sexto primaria y por la pandemia no pudo seguir porque a ella no le gustaba estudiar virtualmente, ella quería ir presencialmente y quería esperar que se abriera de nuevo”, explicó.

Ambas serán recordadas y los familiares honrarán su nombre por ser víctimas de un incidente causado por las lluvias y el mal estado de los sistemas pluviales. Los cuerpos fueron entregados por las autoridades este viernes 30 y serán trasladados en sus féretros a Totonicapán para el sepelio.

Los féretros visitaron la zona 3 y los acompañantes cantaron el feliz cumpleaños en honor a Hellen con lágrimas.

 

SOLIDARIDAD

La solidaridad y humanidad de los vecinos también se hizo presente en el transcurso de estos largos días. Los vecinos ofrecieron platos de comida a los cuerpos de rescatistas y acompañaron a los familiares en su dolor y esperanza.

También en los primeros minutos de la emergencia se observó a un vecino tratando de ayudar a quienes habían caído en el socavón buscando un lazo para poder sacarlos antes que más tierra se desprendiera.

HUNDIMIENTO EN LA CALZADA CONCEPCIÓN

Tras las copiosas lluvias del sábado 24 de septiembre y los días anteriores, en la zona 6 de Villa Nueva sobre la Calzada Concepción se registró un hundimiento de grandes proporciones donde cayeron el picop rojo, una camioneta azul y una motocicleta.

Dejó como saldo dos muertes, dos heridos, varios afectados y pérdidas materiales. La comuna aseveró que se realizó un monitoreo de dichos drenajes y que estaban en óptimas condiciones, sin embargo, el estudio no ha sido compartido.

Terminada la búsqueda, las autoridades iniciarán los estudios y trabajos para la reparación del área.

 

Fátima Najarro
Graduada de la Universidad Rafael Landívar en Ciencias de la Comunicación. Fanática de la natación. Sin periodismo no hay democracia.
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