Foto captura de pantalla Estuardo Contreras

El exdirector del extinto Centro de Gobierno, hombre de confianza y pareja del presidente, Alejandro Giammattei, Miguel Martínez, presentó una denuncia ante el Ministerio Público (MP) tras haber sido expulsado de La Antigua Guatemala, en Sacatepéquez, por pobladores que lo vieron participar en una actividad dentro de una iglesia. La Fiscalía Distrital de ese departamento investiga los hechos.

Los hechos denunciados ocurrieron el pasado sábado 14 de octubre. Según informó el órgano encargado de la persecución penal a La Hora, Martínez hizo del conocimiento de la autoridad dicha situación, y se señalan delitos de agresión y lesiones graves, los cuales habrían sido cometidos en contra de él, su mamá, cuñado y sobrino.

INICIA INVESTIGACIÓN

De acuerdo con el ente investigador, la Fiscalía del Distrito de Sacatepéquez ya inició con las investigaciones correspondientes, según se refirió a este diario.

 

En horas de la tarde del sábado, Martínez hizo una publicó en su perfil personal de Facebook, en la cual indicó: «lamento que por mi culpa, mi mamá tuviera que soportar insultos y golpes, a mi sobrino se le arruinara algo que debió ser especial y fuera golpeado por adultos que pronto tendrán que enfrentar la justicia«, escribió.

«Gracias a Dios, ellos mismos empezaron a subir videos en donde la criminalización es más clara y pues esto tendrá que ser llevado a tribunales«, señaló.

Martínez está convencido de que quienes lo atacaron serían miembros de partidos políticos opositores.

LOS HECHOS

Martínez se encontraba dentro de la iglesia La Merced, en la ciudad colonial, en la cual participaba su sobrino. Los antigüeños se percataron de su presencia en el recinto, y a su salida lo increparon y lanzaron agua.

El rechazo abarcó a sus familiares, entre ellos su mamá, cuñado y sobrino, a quienes les lanzaron piedras cuando huían en un vehículo.

Martínez llegó al gobierno de Giammattei luego de que este creara la Comisión Presidencial del Centro de Gobierno, ahora extinta. Dicha oficina fungía como articulador de las gestiones de los ministerios.

Con gritos en su contra, los antigüeños lo cuestionaban por su paso en la administración pública y lo señalaban de «corrupto«.

REPUDIADOS POR VECINOS

Entre gritos, empujones y rodeado por agentes policiales, Martínez fue escoltado hacia un vehículo, luego de que ciudadanos lo obligaran a abandonar el evento religioso en el cual participaba.

Ante el enfurecido grupo de personas, el paso hacia el automotor fue acelerado, y los manifestantes intentaron impedir que el exfuncionario subiera al vehículo; sin embargo, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) le brindaron protección.

Martínez es señalado por la población como uno de los responsables de la crisis política que vive el país. Lo anterior ocurrió en el contexto de las manifestaciones que se realizan en contra la Fiscal General, María Consuelo Porras; el jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche; y el juez séptiimo penal A, Fredy Orellana.

Minutos más tarde, la familia de Martínez salió de la iglesia y los pobladores se encontraban a la espera para expresar su rechazo. María Luisa Morales, madre del exfuncionario, fue otra de las abucheadas que corrió unas cuadras para resguardarse.

«¡No queremos a la familia Martínez. Fuera!«, “¡Ladrones!”, eran las palabras que gritaban los manifestantes. La progenitora del exfuncionario caminó hacia una camioneta de color negro, y, antes de subir, los pobladores empezaron a lanzar piedras que inclusive quebraron el vidrio trasero del vehículo.

Los insultos y rechazo alcanzó al cuñado de Martínez, quien negó su relación familiar al menos tres veces. El sobrino, quien celebraba su confirmación, dijo a uno de los manifestantes «te voy a matar» en medio de los hechos.

Diego España
Me intereso en temas políticos, sectores vulnerables y de justicia. Narro historias de ciudadanos de a pie. Considero que las disidencias nos hacen ver y cuestionar la realidad haciéndonos más humanos. Comprometido con la memoria histórica y en informar verazmente.
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