Hace 47 años un terremoto sacudió a Guatemala. Fueron 39 segundos los que cobraron la vida de al menos 23 mil personas, algunas de las víctimas murieron en el instante, otras horas más tarde y días después del desastre natural.
El 4 de febrero de 1976 el reloj marcaba las tres de la mañana con un minuto y cuarenta y tres segundos, los habitantes dormían y una que otra persona aún caminaba en la calle, cuando el fenómeno sísmico inició sus estragos en el país centroamericano.
El epicentro se desarrolló en Los Amates, en el departamento de Izabal; sin embargo, la magnitud del terremoto fue sensible en los países vecinos como Belice, El Salvador y Honduras. Inclusive las ondas telúricas alcanzaron las inmediaciones de la Ciudad de México.
Analistas llaman a agotar procesos legales y reforzar al TSE para evitar la conflictividad electoral
👉[https://t.co/vvI0wnQrjJ] pic.twitter.com/DREp02Bgu4
— Diario La Hora (@lahoragt) February 4, 2023
LOS AFECTADOS: 23 MIL MUERTOS Y 1 MILLÓN DE DAMNIFICADOS
De acuerdo a los registros oficiales, se contabilizaron 23 mil muertos, 73 mil heridos y al menos 1 millón de damnificados en distintas formas.
Además, fueron 258 mil casas destruidas, dejando a cerca de 1.2 millones de personas sin hogar. Aunque las personas necesitaron atención médica el 40% de la infraestructura hospitalaria nacional quedó en escombros.
El panorama para los guatemaltecos no vislumbra mejoras. No contaban con energía eléctrica, el agua potable empezó a escasear y los alimentos eran racionados.
LA RECUPERACIÓN DEL PAÍS
La comunidad internacional fue clave para que Guatemala lograra recuperarse del abatimiento que dejó el terremoto.
Estados Unidos, México, todos los países centroamericanos y algunos del sur intervinieron con ayuda humanitaria para Guatemala.
La ayuda venía vía terrestre y aérea. Avionetas, helicópteros y transportes aéreos aterrizaron en puntos estratégicos de la ciudad como Campo Marte, Campos del Roosevelt y el Aeropuerto Internacional La Aurora.
El Ejército de Guatemala se encargó de repartir la ayuda humanitaria a quienes no tenían los suficientes recursos. Los uniformados repartían comida, ayudaron a rescatar y recuperar cadáveres de los escombros.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ayudó posteriormente a la recuperación del país.