Previo a finalizar su discurso de inauguración del Instituto Tecnológico de San Pedro Pinula, Jalapa, el presidente Alejandro Giammattei, arremetió contra sus detractores, pues señaló que «dijeron que no iba a haber elecciones en Guatemala y sí hubo».
También expresó que le mencionaron que se daría «golpe de Estado» y que se quedaría, pero indicó que «hubo elecciones».
Además, aseveró que, en segunda vuelta, hubo algunos que oyeron «cantos de sirena» y expresaron que habría golpe de Estado, pero dijo «que no se le puede dar golpe de Estado a alguien que no está en el ejercicio del poder. A un candidato. A alguien que ganó una elección no se le puede dar golpe de Estado», aseveró.
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AFIRMA QUE «NO HABÍA» PLAN PARA UN GOLPE DE ESTADO
Agregó que se señaló que había un plan para asesinar al presidente electo, pero «no había plan para asesinarlo, ni para golpe de Estado», puntualizó.
Con esto afirmó que, en su discurso que dará en las Naciones Unidas, dirá a la Comunidad Internacional que equivocada estaba, pues a «cuatro días de la toma de posesión, ahí está», señaló.
Finalmente, aseguró que le entregará el cargo al Congreso, tal como lo hizo su antecesor, por lo que reiteró que él lo hará el 14 de enero.
Tras las acciones emprendidas por el Ministerio Público (MP) a través de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) contra los resultados electorales del 25 de junio y 20 de agosto, la Organización de Estados Americanos (OEA) rechazó y emitió una condena contra el ente investigador.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, compartió un comunicado, en el que condenó el intento de golpe de Estado por parte del MP, específicamente por las acciones de los fiscales Rafael Curruchiche y Leonor Morales.
En el documento se hace un llamado al presidente Alejandro Giammattei, a la Corte de Constitucionalidad (CC), a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y al Congreso para defender las instituciones y el orden constitucional.
Asimismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos resolvió otorgar medidas cautelares a favor de Bernardo Arévalo y Karin Herrera, presidente y vicepresidenta electos de Guatemala, para que se resguardara su vida e integridad personal, dado que su equipo habría tenido información “preocupante sobre un plan para asesinarlo con participación de agentes estatales e individuos particulares”.
En la resolución emitida por la CIDH considera que el presente asunto reúne «prima facie» los requisitos de gravedad, urgencia e irreparabilidad comprendidos en el artículo 25 de su reglamento.
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