Aunque se han registrado capturas y condenas aún quedan muchos pendientes sobre este tema en Guatemala. Foto La Hora/Esteban Cardona

José Pérez López recibió una sentencia condenatoria de 19 años y 4 meses de prisión inconmutables y caución económica de Q23,600 en concepto de reparación digna con medidas dirigidas a terapia psicológica para la agraviada.

La condena, emitida el 28 de enero de este año, describe el delito como violación con agravación de la pena con circunstancias especiales de agravación en forma continuada, debido a que “vulneró la indemnidad sexual de una adolescente en su vivienda ubicada en Chinautla, Guatemala”. Esto fue en enero de 2020, de acuerdo con el Observatorio de la Mujer del Ministerio Público (MP).

El caso de Pérez López es de las primeras sentencias que se logra este año en un mar de denuncias en donde la mayoría de las víctimas no logra una reparación digna. Sin embargo, el sistema de justicia ha logrado duplicar la cantidad de sentencias de 2020 para el 2021, de acuerdo con estadísticas del Centro de Información, Desarrollo y Estadística Judicial.

En el 2020 se dictaron 580 sentencias en todo el país. Los departamentos con mayor número de casos fueron Guatemala, con 180, Suchitepéquez (36), y, en tercer lugar, Izabal y Chimaltenango, con 35 sentencias cada uno.

En el 2021 la cifra se duplicó, cuando las sentencias sumaron 1,224 casos. En el departamento de Guatemala se emitieron la mayor cantidad de sentencias con 403, distribuidas en 10 tribunales, sin contar otros tres ubicados en Amatitlán y Villa Nueva, que resolvieron con cinco sentencias. Los siguientes departamentos con mayor cantidad de resoluciones fueron Escuintla (93) y Quetzaltenango (90).

Es decir, en los dos últimos años se dictaron un total de 1,804 sentencias por distintos tipos de delitos de violencia sexual a nivel nacional.

DIFERENCIAS EN LAS CIFRAS

Las estadísticas en este y otros delitos sexuales tienen varias discrepancias entre las distintas instituciones. Según el registro de las sentencias en el Organismo Judicial (OJ) corresponden a un acumulado de casos de años anteriores; a diferencia de las estadísticas del MP y Policía Nacional Civil (PNC) que son resultado del flujo de casos que suceden a lo largo del año.

Por otro lado, la forma de recopilar información en cada institución refleja diferencias en las cifras de denuncias que reciben instituciones como el MP o el Inacif. El MP registró el año pasado 9,469 denuncias de mujeres agraviadas por el delito de violación; mientras el Inacif en reconocimiento médico por delitos sexuales fue de 7,983 casos.

De esta cuenta, el promedio sería 26 denuncias diarias, para más de un caso cada hora con base en datos del MP. De estas, solo el 12.9% de casos logra una sentencia condenatoria.

La Hora buscó la postura del presidente de la Cámara Penal del Organismo Judicial, pero se excusaron de atender por razones de agenda.

VERÓNICA, UNA BATALLA DE LARGO PLAZO

La madrugada del 11 de marzo de 2021, Verónica Molina denunció ante el sistema de justicia que fue víctima de violación sexual por parte de Diego Ariel Stella, dueño del restaurante Ni Fu Ni Fa, en Antigua Guatemala. Fue el punto de partida de una batalla que se calcula se puede alargar durante varios años.

El primer paso de la denuncia comenzó en el Hospital Nacional de Antigua Guatemala, en donde se sometió a una extensa serie de pruebas con hasta nueve personas distintas, desde psicóloga, prueba forense, hisopados e inspecciones oculares, etc.

El siguiente paso, o segunda agresión como le llaman, es cuando la denuncia ingresa al sistema de justicia y se percata, según sus palabras, que todo funciona para no continuar el proceso legal. Audiencias agotadoras que tardan entre 4 a 7 horas. “No solo es el agresor, es un sistema y una sociedad agresores”, donde se les señala de prostituta, loca o que todo lo hace solo por dinero, comentó.

Considera que las cifras de denuncias tienen un alto subregistro, pues en Sacatepéquez es muy común este tipo de hechos y donde estima solo un 10% de mujeres se atreve a seguir un proceso penal. Muchas de ellas son violadas bajo el efecto de estupefacientes.
Agregó que las pruebas físicas solo son efectivas durante las primeras 72 horas; después solo quedan la psicológica y psiquiátrica.

A la víctima esta batalla le cambió los planes de vida y se ha convertido en su lucha. “He perdido la confianza en muchas personas que he tenido que dejar ir, que no te hacen bien. Hay duelos de amigos y familia”, comentó.

El estrés postraumático quizás sea una de las secuelas más difíciles. Recuerda que llegó a bañarse de ocho hasta diez veces diarias y rascarse durante las noches hasta lastimarse la piel. Meses después reconoció que necesitaba ayuda psiquiátrica y antidepresivos.

Muchas mujeres guardan silencio de estos hechos. Foto La Hora.

Casi un año después, Molina cuenta que el victimario todavía no se hace una prueba de ADN; el proceso está detenido por la defensa de Stella, aunque guarda prisión preventiva en el Mariscal Zavala.

“Ahora entiendo la lucha de tantas mujeres; he llorado al ver las estadísticas de delitos sexuales y percatarme de cuántas más lo estamos sintiendo. Detrás de estas cifras hay un inmenso dolor colectivo”, se lamentó.

DATOS EN ASCENSO    

• El Instituto Nacional de Estadística (INE) observa un incremento de mujeres agraviadas en los últimos años. Hasta 2019 se registraron un promedio de 19 casos diarios, según cifras del MP y proyecciones de población del Censo 2018.
• La violación es el delito con mayor incidencia en este tipo de agravios, con 7.1% (por cada 10 mil mujeres)
• Las adolescentes son el grupo más vulnerable a ser víctimas de violación. 24 de cada 10 mil denunciaron que fueron agraviadas durante el 2019.
Fuente: INE 2019.

 

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