Desde la ciudad de Nueva York, en la costa este de Estados Unidos, Edgardo Alonzo se une a las historias que guatemaltecos en el extranjero hilvanan con mucho esfuerzo y la suya en particular está llena de trabajo y dedicación en el oficio de la jardinería en una empresa a la que pertenece desde hace más de 30 años, pero con sus pensamientos y deseos en Guatemala, la tierra en la que nació.
En entrevista para La Hora Voz del Migrante, Edgardo relata que salió del país cuando no tenía ni los 18 años en 1984 y migró porque la situación económica, así como de riesgo ya era compleja, así que llegó a Nueva York indocumentado, pero con muchas ganas de superarse.
“Gracias a Dios desde que vine a pesar que estaba en este país solo tenía amigos de diferentes países y siempre opté a ser miedoso y no a meterme en problemas, ha valido la pena porque eso fue lo que me llevó a la posición que tengo. En 1989 empecé a participar con algunas personas en el Desfile de la Hispanidad y estuve en mi primera posición como secretario de actas”, mencionó.
En menos de cinco años, el guatemalteco se convirtió en Coordinador General en el Comité del Desfile de la Hispanidad de Manhattan y en este lapso de tiempo fundó la primera Hermandad del Señor de Esquipulas, con quienes llevaron a Nueva York una réplica de la venerada imagen que está en el Templo de Esquipulas en Chiquimula.
El guatemalteco remarcó que es respetuoso de Dios y que mantiene un fuerte vínculo con la fecha en que se festeja el Día del Señor de Esquipulas el 15 de enero.
TRABAJÓ EN UNA FÁBRICA DE ZAPATOS Y APRENDIÓ DEL OFICIO DE LA JARDINERÍA
Su primer trabajo en EE. UU. fue en una fábrica de zapatos en la cual hacían calzado para novelas y películas, “me contrataron para hacer etiquetas y los adornitos que llevaban, estuve ocho meses ahí y luego un amigo me dijo si quería irme a la jardinería y me fui”.
El oficio de jardinero lo marcó y por eso decidió un día a pesar de no saber mucho de esto trabajar en ello.
“Tomé medidas y miraba las plantas mientras comparaba los nombres del plano con las etiquetas que tenía cada planta, cuando ellos llegaron les gustó el trabajo y me mandaron a estudiar a una escuela en Long Island, New York, en donde aprendí de un curso de jardinería y saqué mi licencia de horticulturista”, recordó.
Con el tiempo un amigo a quien conoció mientras estudiaba lo recomendó para trabajar en una empresa en la que se mantiene desde 1989, “primero me hice cargo de los jardines y ya al año me convertí como asistente del manager y así he estado”.
En ese lugar están a cargo de varias unidades familiares, así que se mantiene en el área de reparación que incluye varios aspectos, eso sí cuando puede le dedica tiempo a la jardinería.
NO OLVIDA A SU FAMILIA Y TAMPOCO A GUATEMALA
Edgardo a pesar de estar por varios años en el extranjero, no olvida a su familia así que siempre mantiene comunicación con quienes aún viven en Guatemala, “a mis padres me los traje y mi hermana también, pero tengo hermanos allá también”.
El migrante remarcó que no puede olvidarse del país porque las raíces se mantienen intactas, en su caso extraña las frutas, la comida y su sabor e incluso salir a pasear los sábados, porque estando allá se acostumbran al sistema y todo es trabajo.
“Cuando uno llega a Guatemala es distinto, hasta el humo de las camionetas es diferente y ese calor es muy diferente al sol de acá y sí creo que cuando nos volvemos personas con más edad añoramos todo eso y porque tenemos mucha familia en el país. Este año fui por el entierro de mi madre”, indicó.
ES PARTE DE LA COMITIVA DEL DESFILE DE LA HISPANIDAD
Edgardo destaca que el Desfile de la Hispanidad, al cual aporta desde la organización, logra reunir a personas de muchos países y recordó que hace poco le obsequiaron una caja en la cual están los documentos originales del nacimiento de la actividad, “esta organización se fundó bajo el nombre de Desfile de la Raza, pero luego se hizo un cambio”, explicó.
Con la festividad buscan reconocer y resaltar el trabajo, así como labor de todos los hispanos en Estados Unidos; por supuesto expresa que está feliz de representar al país y destacar lo nuestro.
Su comida favorita es el revolcado y el pepián, “me gusta mucho ir a comer al Mercado Central a donde doña Mela, creo que es un ícono culinario, me gustan los buñuelos y también las torrejas”.