Lionel Messi llegó al Medio Oriente cargando con el peso que conllevan las expectativas. Foto La Hora: AP.

Lionel Messi llegó al Medio Oriente cargando con el peso que conllevan las expectativas. Cabalgando en una impresionante racha de partidos sin derrotas con Argentina, Qatar se perfilaba como la tierra donde el astro finalmente conseguiría su primer campeonato mundial con Argentina.

Ahora todo eso está en el aire. Tras sufrir un inesperado tropiezo ante Arabia Saudí, Messi y los argentinos procurarán levantar cabeza el martes cuando enfrenten a un ansioso México que también precisa sumar puntos para seguir contendiendo por su sueño de llegar a los cuartos de final.

El revés ante los árabes les cortó a los sudamericanos una racha de 36 partidos sin derrotas. Ese invicto, más su condición de reinantes campeones de la Copa América, les tenía catalogados como uno de las naciones favoritas para ceñirse la corona. «Soy el primero que estaba preparado para eso (perder el invicto) porque puede pasar», admitió el técnico de la Albiceleste, Lionel Scaloni. «Lo raro hubiera sido una racha de 30 partidos más. Pero estoy tranquilo que en cada partido que vamos a jugar vamos a dejar la vida».

«Cuando recibís una piña (golpe), dos, tres, lo único que tenés que hacer es levantarte. Este grupo está para levantarse, no tenemos ninguna duda de eso», avisó.

Argentina, campeón del mundo en 1978 y 1986, se encuentra por segundo mundial consecutivo con un camino empinado para clasificarse a los octavos de final. En Rusia 2018 tuvo que penar hasta el último partido para acceder a la siguiente instancia. Ahora podría ser similar. Los argentinos necesitan un triunfo ante México para ser dueños de su destino. Con tres puntos sólo requerirían vencer a Polonia en la última fecha y avanzarían sin depender de nadie.

Un punto serviría, pero dejaría su destino en las manos de las combinaciones y una derrota los deja noqueados. «Mañana va a ser ‘el’ partido para nosotros, una final, porque tenemos que ganar, es un partido importante para nuestro futuro», indicó el delantero argentino Lautaro Martínez. «Ahora toca enfrentar un rival durísimo como es México. Lo hemos enfrentado años atrás y lo hemos hecho bien».

Este equipo de Scaloni tiene muchos puntos de contacto con aquel seleccionado de Marcelo Bielsa que en Corea y Japón 2002 se quedó fuera del mundial en primera ronda por primera vez desde 1958. Con varias figuras estelares como Gabriel Batistuta aquel seleccionado arrasado en las eliminatorias y doblegó a varias potencias europeas en los amistosos previos al Mundial. La Albiceleste actual fue bendecida como gran favorita tras conquistar la Copa América 2021.

Sin embargo, todo se fue al barranco ante Arabia Saudí, una derrota que dejó expuesto al técnico por encarar el debut con jugadores que no estaban en la mejor condición física. De cara a un duelo que se ha convertido en una final anticipada, Scaloni valoró a México como «un muy buen equipo. Con una idea muy clara de juego, ofensivo, con un gran entrenador (Gerardo Martino)».

 

El estratega no confirmó el equipo, pero admitió que hará variantes. Romero sería reemplazado por Lisandro Martínez, quien se destaca en el Manchester United. Scaloni no quedó conforme con la actuación de los laterales: Nahuel Molina le dejará el lateral derecho a Gonzalo Montiel, del Sevilla, y Nicolás Tagliafico izquierdo a Marcos Acuña, también del mismo equipo español.

Estas modificaciones han sido habituales en la selección de Scaloni y en principio no revisten riesgo. Sin embargo, es en el neurálgico mediocampo donde el técnico enfrenta las mayores dudas. Rodrigo De Paul y Paredes, dos pilares del medio, decepcionaron ante los saudíes. Pero reemplazarlos a ambos implicaría un giro drástico. En las prácticas, mantuvo a De Paul y probó con Enzo Fernández, figura destacada del Benfica de Portugal.

En tanto que Alexis Mac Allister ingresaría por Alejandro Gómez. ¿Y el maestro de orquesta? El estado físico del capitán Messi ha generado un sinfín de rumores luego que se ausentara dos prácticas previas al debut contra los saudíes. El astro del París Saint-Germain arrastra una molestia en el sóleo, según confirmó el departamento de prensa de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Pero esta dolencia de ninguna forma lo dejará afuera del partido ante México.

A favor de su causa, los argentinos tienen que medirán fuerzas ante un México al que le tienen tomada la medida y al que eliminaron en los octavos de final en los Mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. Argentina también derrotó a los mexicanos recientemente, en septiembre del 2019 por una paliza de 4-0 con un hat-trick de Martínez.
Al frente del equipo azteca, está el argentino Gerardo «Tata» Martino, quien dirigió a Messi en Barcelona y en la selección entre 2014 y 2016.

Desde que el sorteo determinó el cruce, Martino ha tratado de minimizar la importancia de enfrentar a su país natal: «Cuando se hizo el programa de partidos y nos tocó con Argentina nunca nos imaginamos un escenario como el de mañana, pero trabajamos para México y queremos lo mejor para México», dijo. México viene de empatar ante Polonia en un partido que dominó la posesión, pero sólo fue capaz de generar cuatro tiros a portería.
Los mexicanos podrían usar un empate ante Argentina y resolver en la última fecha ante los árabes.

«El panorama ha cambiado lo que no hubiera sido un partido clave y trascendental ante Argentina, con los resultados termina siéndolo y tenemos que enfrentarlo de esa manera», dijo Martino. Ante Argentina, se espera que el estratega haga algunos retoques al once que inició ante los polacos. Rogelio Funes Mori, argentino naturalizado mexicano, iría como centro delantero.

 

En el medio campo, Andrés Guardado sería titular como interior por izquierda acompañando a Edson Álvarez y al talentoso Luis Chávez. Atrás y en la portería no se anticipan cambios. Martino dijo que será en el entrenamiento vespertino cuando termine de configurar la alineación.

 

Artículo anteriorLa afición árabe, clave en el Túnez-Australia en el Mundial
Artículo siguienteDespués de Messi, Arabia Saudí pone la vista en Lewandowski