Hay tres tipos de gastos «silenciosos» o «inofensivos» que, aunque parezcan mínimos, a menudo resultan perjudiciales para las finanzas personales.
Estos son conocidos coloquialmente como gastos hormiga, fantasma y vampiro, estos son más comunes de lo que se piensa.
GASTOS HORMIGA
Son aquellos gastos que se realizan de manera inadvertida y que no están contemplados en el presupuesto, pero que al final del mes terminan afectándolo significativamente.
Ejemplos: Estos gastos pueden incluir desde la compra de bebidas gaseosas, cafés o cualquier alimento en tiendas cercanas al trabajo, hasta comprar almuerzo cuando se ha llevado comida desde casa,
GASTOS FANTASMA
Se trata de compras o cargos de los que no nos damos cuenta, es decir, que no se ven. Pueden pasar desapercibidos y repetirse mes a mes.
Ejemplos: Suscripción a servicios de «streaming», el gimnasio o las compras que se hacen a través del celular, o la contratación de un servicio que no se dio de baja a tiempo.
GASTOS VAMPIRO
Son gastos fijos que no suelen estar incluidos en el presupuesto, pero impactan en las finanzas personales. Son los más difíciles de detectar. Son imprevistos.
Ejemplos: Un electrodoméstico que se daña, un desperfecto del automóvil, dejar las luces cuando no es necesario.
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