El ingreso de remesas familiares se mantiene resiliente, en el primer mes del 2023 los guatemaltecos que residen en el exterior enviaron un acumulado de US$1,386.5 millones, equivalente a unos Q10,866.45 millones, lo cual representa 17% más de lo enviado en enero de 2022 (US$1,180.7 millones).
A partir del 2020, el envío de divisas, en su mayoría provenientes desde los Estados Unidos, empezó a mostrar un sostenido ritmo de crecimiento. Si se compara con enero del 2021, el aumento es de 53%, en ese entonces se enviaron US$906.8 millones.
En la última conferencia de la Junta Monetaria, realizada el 19 de enero, las máximas autoridades bancarias indicaron que las remesas familiares crecieron un 17.9% al cierre de 2022, alcanzando un acumulado de US$18,040.3 millones.
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MAYOR MIGRACIÓN EMPUJA EL CRECIMIENTO
Clynton López, economista y catedrático en la Universidad Francisco Marroquín, comentó que no se acostumbraba a observar un crecimiento permanente de remesas de mes a mes durante la pandemia.
A su criterio, una mayor migración, la proliferación de trabajo para cierto tipo de labores realizadas por migrantes y la subida de salarios en los Estados Unidos, son los factores que provocaron el ritmo de crecimiento mensual en los últimos tres años.
“Las remesas en condiciones normales (fuera de pandemia y de crisis) muestran usualmente un fuerte componente estacional. Eso es lo que hemos visto este enero”, explicó López.
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Según el académico, los mejores meses de envío de remesas suelen ser mayo, octubre y diciembre, mientras que enero suele ser menor en volumen en comparación con diciembre, aunque interanualmente muestra crecimiento.
Es decir, el ingreso del mes pasado (US$1,386.5 millones) es menor al observado en diciembre de 2022 (US$1,641.6 millones), cuando la temporada navideña incentiva el envío de dinero.
PERSPECTIVAS PARA 2023
De acuerdo con Alfredo Blanco, vicepresidente del Banco de Guatemala (Banguat), para 2023 se prevé que el ingreso de remesas se mantenga hasta llegar a un nivel de US$19,400 millones aproximadamente con una tasa de crecimiento de 7.5%.
Según el funcionario dicha estimación alcanza un “crecimiento tendencial de largo plazo” observado en la última década; además, detalló que las remesas son un fuerte apoyo para el consumo, mismo que representa el 88% del Producto Interno Bruto (PIB) del país por el lado del gasto.
“Las remesas seguirán creciendo, son un fenómeno permanente, lo consideramos un puntal de la economía guatemalteca, favorece el consumo, la recaudación tributaria, el nivel de Reservas Monetarias Internacionales. En el aspecto social también ayuda a las familias y esto va a seguir siendo así”, puntualizó Blanco.
Para 2023, si bien se espera un crecimiento de remesas, el nivel de este será más conservador debido al escenario de desaceleración económica mundial, pero especialmente en el país norteamericano.
“Es muy probable que las remesas muestren una desaceleración de crecimiento, porque las condiciones en USA cambiaron, pero la migración sigue fuerte”, recalcó López.
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MÁS REMESAS, PERO NO INVERSIÓN
Según López, se sabe por información de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) que un porcentaje importante de la población recibe remesas. En ese sentido, considera que esto es una “muestra del fracaso” de Guatemala para propiciar inversiones nacionales y extranjeras productivas.
“El principal problema del país es que no existe la confianza necesaria para propiciar dichas inversiones, por lo que es insuficiente el nivel de empleo que se genera, por eso la gente migra”, detalló.
