Adrián tiene 7 años de edad, a su corta edad se ha obsesionado con el mundo de los videojuegos, está empeñado en “pasar de nivel” y liderar los puntajes de sus amiguitos. Este nuevo videojuego no solo lo juega en la consola del televisor, también lo juega en el iPad, smartphone y la computadora. Apenas termina sus actividades, dedica sus ratos libres a jugar en cualquiera de las pantallas. Su madre ha intentado que Adrián disfrute más de actividades al aire libre y menos en estar acostado en el sofá.
Ya sea por enfermedad, condiciones sociales, climáticas o vacaciones, que los niños deban suspender sus actividades y permanecer más tiempo de lo normal en casa, eso hace que estén un poco más aburridos si no encuentran una actividad que atrape su atención y explote su creatividad.
Según los expertos, el uso desmedido de esta distracción es un tema que no debe pasar desapercibido y que los padres deben tener más en cuenta el tiempo que sus hijos pasan en el juego. Desde esa perspectiva, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la adicción que generan los videojuegos se considera un trastorno de salud mental.
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Por su parte, Percy Rivadeneira, director de la carrera de psicología de la Universidad Científica del Sur y terapeuta familiar, prefiere referirse a esa conducta como juego problemático: “jugar es parte de la vida del niño. Por ende, ninguna actividad lúdica puede prohibirse, pero sí adecuarse”, aclara. En LH Bienestar brindamos algunos consejos para padres que están en una situación similar a la mamá de Adrián.
OCHO MEDIDAS PARA EQUILIBRAR LA SITUACIÓN
- No utilizar los dispositivos para callar al niño: Muchos padres emplean sus dispositivos electrónicos (móviles y tabletas) o las videoconsolas portátiles como un rápido y eficaz recurso cuando desean que su hijo se mantenga entretenido y callado por un tiempo, mientras ellos están ocupados con otra actividad.
- Marcar los horarios de uso y respetarlos: No se trata de prohibir a los niños jugar a la consola o la tableta, sino de conseguir que estas no se conviertan en su único entretenimiento.
- Moderar la compra de videojuegos: Estrena juego y puede pasar todo un mes enganchado hasta que consigue superar todos los niveles. Cuando lo logra, ya no es tan adictivo. El error que cometen muchos padres es volver a recargar la adicción con un nuevo juego.
- La consola es de los padres: Restringir y limitar el empleo de una consola o tableta es mucho más fácil si el propietario no es el propio niño.
- Ofrecer actividades alternativas en casa: El aburrimiento también puede ser beneficioso para los niños.
- Programar salidas al aire libre: El verano es la época idónea para planificar numerosas salidas y excursiones, con el fin de que los niños disfruten y se diviertan al aire libre.
- Padres como compañeros de juegos: Jugar en la videoconsola puede ser divertido, pero disfrutar de la completa atención y compañía de sus padres es para muchos niños el mejor regalo de las vacaciones.
- Promover las relaciones con niños de su edad: Los niños necesitan niños para evitar que el pequeño se enmascare en el mundo virtual.
OTRAS RECOMENDACIONES
El Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado, Hideyo Noguchi del Ministerio de Salud de Perú, también comparte las siguientes recomendaciones para equilibrar el uso de aparatos electrónicos y la vida social en un menor de edad:
- Los hijos deben saber que los videojuegos no son la única opción de entretenimiento. Los padres necesitan compartir con ellos más actividades al aire libre de manera semanal.
- Prestar atención a cambios bruscos en los hábitos y rutinas de tus pequeños, con el fin de identificar si tienen algún problema de adicción o déficit de atención.
- Abrazarlos, los niños y adolescentes requieren de protección y seguridad. No hay consola que cambie eso. Más amor, menos tecnología.
Cuéntanos: ¿Qué otros métodos utilizas para regular el uso de los videojuegos en tus hijos?