Luego de la tormenta que provocó nubes grises de angustias, tristezas e incluso desilusión, llega un punto donde la tormenta se empieza a degradar y poco a poco el sol vuelve a salir. Algo muy parecido a la angustia que padecen las madres tras sufrir la pérdida de su bebé, ya sea por un aborto en el embarazo o la muerte del bebé después del parto; sin embargo, luego del proceso de duelo, la alegría y el color llega nuevamente a sus vidas con el nacimiento de los “bebés arcoíris”.
La ilusión de la maternidad deseada, hace anhelar con ansias el día del nacimiento del bebé, y cada preparativo es pensado para que la llegada al nuevo hogar sea especial. Sin embargo, en algunos casos el nacimiento no se llega a concretar debido a un aborto espontáneo o por el fallecimiento del bebé luego del parto, de igual forma esta noticia es devastadora para los padres.
“Después de la tormenta viene la calma”, a lo anterior es una frase que alivia en gran manera a la familia, ya que con la llegada de los bebés arcoíris se percibe una nueva esperanza. Su venida al mundo está relacionada con la lluvia, pues no aparece un arcoíris sin que antes llueva. Algo que se describe en la Biblia, cuando después de un gran diluvio apareció un arcoíris como una promesa de renacimiento.
El arcoíris brillante ilumina el cielo después de una tormenta violenta y oscura, eso es considerado un milagro. Cabe mencionar que hay padres que solo obtienen su bebé milagroso después de años de tratamiento de fertilidad y más de una pérdida desgarradora en el camino.
EL NUEVO BEBÉ NO VA A ECLIPSAR LA EXISTENCIA DEL HIJO ANTERIOR
Los bebés arcoíris traen luz, color, alegría a los padres que han sentido la pena de perder a un bebé, en esa instancia la doctora mexicana Elba Mendoza Morales, especialista en Ginecología y Obstetricia, hace la salvedad de que el nuevo bebé no llega para sustituir al anterior y que por ello no es recomendable dar el mismo nombre que tenía el bebé no logrado.
Enfatiza que no es saludable y además se debe respetar el lugar para cada integrante de la familia, la doctora considera que las parejas deben entender que este bebé es distinto y que no va a eclipsar la existencia del hijo anterior.
Ante el nuevo nacimiento puede que los padres vivan una montaña rusa de emociones, dentro ello Mendoza escribe que tampoco se trata de negar la existencia de ese pasado gris, mucho menos del bebé, porque pesé a las circunstancias merece formar parte de la historia de la familia.
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¿LO DEBEMOS VOLVER A INTENTAR?
Es una pregunta que se debe plantear en pareja, ya que puede que tú tengas la esperanza de ser madre o padre de nuevo; sin embargo, puede que tu pareja aún está en la etapa de resignación al intentar ser padre. La comunicación es clave para esta decisión.
Respecto a la pregunta de cuándo es ideal intentarlo de nuevo, la especialista recomienda esperar por lo menos de seis meses a un año, esto no solo porque ayuda al bienestar físico de la madre, sino también por el bienestar mental, ya que en ese tiempo las emociones se pueden asentar. A otras personas les puede tomar más tiempo aceptar lo sucedido.
Diana Sánchez, psicóloga perinatal comentó en una entrevista que los padres saldrán de esta situación dependiendo de la ayuda que reciban, así como el apoyo de amigos, familiares o compañeros: “el duelo llega a su fin cuando integras este dolor y aprendes a vivir con él. La tristeza no desaparece, pero uno necesita reanudar su vida”, consideró.
Generalmente, los padres de bebés arcoíris también buscan diferentes formas de honrar la memoria del hijo que perdieron, por ejemplo un altar con flores dentro de casa, plantar un jardín conmemorativo, entre otros.
