Con el frío o el calor, los dolores podrían aumentar, si no se colocan de manera correcta.
Con el frío o el calor, los dolores podrían aumentar, si no se colocan de manera correcta. Foto La Hora: Robert Owen-Wahl en Pixabay

Los golpes por caída, dolores de músculos y demás achaques, podrían disminuir o incrementar dependiendo de si se aplica calor o frío al dolor.

Los profesionales de la salud reconocen la ayuda terapéutica que causa el someterse a diferentes sensaciones cálidas y heladas, dependiendo la dolencia en las personas.

El calor es un remedio natural para la digestión, mientras que el frío ayuda para disminuir la fiebre.

CÓMO APLICAR ESTE TRATAMIENTO

El uso de este tipo de terapia es muy común, pero muchas veces no se aplica de la forma correcta o para la patología adecuada.

Según la doctora Carmen Córdoba, algunas personas confunden la aplicación y colocan calor en heridas o golpes que necesitan frío.

«Se debe conocer y reconocer la importancia de la aplicación de termoterapia (calor) o crioterapia (frío) no constituyen por sí solos un tratamiento, pero son de ayuda como complemento terapéutico», aseguró la galeno.

¿CÓMO SE DEBEN APLICAR?
FRÍO

Aplicar frío, durante nada más de 15 minutos cada 2 horas, si nos hemos dado un golpe o lesionado en los últimos 3 días. Por ejemplo en esguince, fractura, caída y otros.

CALOR:

Aplicar calor si tenemos un dolor crónico que no ha sido originado por un traumatismo. Por ejemplo lumbago, contractura y otros.

 

¿PARA QUÉ MÁS SIRVE EL CALOR Y EL FRÍO? 
FRÍO:

Puede utilizarse como antipirético, para disminuir la fiebre, por ejemplo, en caso de infecciones.

Es utilizado como venotónico en caso de varices, piernas cansadas, insuficiencia venosa periférica.

Se ha demostrado que tomar una ducha fría al día incrementa el número de leucocitos en el organismo, activando el sistema inmune.

CALOR:

Puede usarse para ayudar a mejorar la digestión, ya que la aplicación de calor en la zona abdominal se ha visto que aumenta el peristaltismo (movimientos del estómago).

La aplicación de calor produce una disminución de la presión arterial debido a la vasodilatación (aumento del diámetro de los capilares), por lo que puede ser útil en pacientes con picos de hipertensión arterial. Para ello se recomendaría una sauna o ducha caliente en lugar de aplicar calor localizado.

Marysabel Aldana
Soy periodista con más de 10 años de experiencia, he trabajado en radio, televisión, medios escritos, lo que más me apasiona es contar historias, narrar eventos históricos y pensar que con mi trabajo dejaré una huella diferente en el mundo.
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