Cultivos de maíz afectados por inundaciones y exceso de lluvia

“Este año hay menos maíz en comparación con otros”, con esa frase comienza Miguel Tzul quien tiene cuatro cuerdas de maíz en su localidad, San Cristóbal Totonicapán. En un año “normal” se logran sacar cuatro quintales de maíz (Tzul, en otros años, sacaba 16 quintales, suficientes para tener para un año). “Pero este año será diferente, difícil” dice.

Tzul, quien ha dedicado la mayor parte de su vida a labrar la tierra, sembrar y cosechar maíz, calcula que este año, de esos 16 quintales, podrá recuperar 13, si bien le va. “Otra cosa, que pasó también fue que la mazorca se quedó pequeña, no logro crecer, de eso no tenemos respuesta, no sabemos lo que está pasando con la tierra”, cuenta.

“Las lluvias de estas semanas fueron malas para los cultivos no solo para el maíz”, cuenta el agricultor, quien se escucha desesperanzado por lo que pueda pasar el próximo año con los alimentos, en especial el maíz.

“Otra opción que tenemos contemplada es comprar maíz mexicano, ese es más económico, pero no es igual es más pequeño”, explica Tzul.

 

ENTRE LOS MÁS AFECTADOS

A varios kilómetros de Totonicapán está Armando Mucu, en San Pedro Carchá, Alta Verapaz. Ese departamento ha sido uno de los más afectados por las lluvias permanentes, junto a otros lugares como Quiché y Petén.

Él comenta que todo está inundado, pero en otras comunidades está peor. “No tengo tantas cuerdas o mucho terreno para sembrar, pero la cosecha la utilizó para que mi familia y yo comamos y, si logro vender algo, pues es ganancia”, explica.

“Pero la preocupación no se ha ido, porque las lluvias no se han quitado, siguen”, afirma.

Otra de las regiones afectadas es Retalhuleu, de eso habla Abelino Mejía Cancinos, quien en su comunidad Multicultural, Nueva Olga María Cuchuapán, Champerico, está perdiendo dos de los cultivos, para ellos más importantes el ajonjolí y la milpa (maíz).

“Las lluvias no han cesado aquí desde mediados de noviembre, está así, algunas casas se han inundado, en su mayoría”, agrega Cancinos, quien dice que el sol no le ha pegado al ajonjolí y que de eso depende que sea buena cosecha.

Al igual que en otras comunidades la de Cancinos la crisis alimentaria es permanente, pero ahora esa crisis muerde más.

DESPUÉS DE LA TORMENTA, NO SIEMPRE VIENE LA CALMA

En lugares como Totonicapán empezaron a aparecer lagunas por donde no las había, campos repletos de agua y, eso les preocupa a las familias que dependen directamente de la tierra para obtener maíz para su subsistencia u otro cultivo.

“Por el momento estamos esperando que la lluvia termine y ver cómo están nuestros terrenos”, dice el agricultor de San Cristóbal Totonicapán.

 

LLUVIA INCESANTE EN EL INTERIOR

La actualización de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), de las últimas 24 horas han identificado 316 casas con daños severos, mil 206 personas albergadas y 59 fallecidos. Cada día, esos datos van en aumento.

Según los extensionistas del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), aún no han podido llegar a las zonas que pudieran tener algún tipo de afectación. En algunos puntos los terrenos están inundados.

Cuando el caudal del agua descienda, se empezará el monitoreo de evaluación para determinar qué tipo de cultivos podrían estar en riesgo, así como cuantificar las pérdidas económicas de los pequeños agricultores afectados.

inundaciones
Foto La Hora / Cortesía

La Presidencia de Guatemala mencionó que la encargada de la atención de emergencias por lluvias es Conred. De acuerdo a su marco legal, esa entidad está integrada por seis ministerios de Estado, mismos que han trabajado de manera permanente para atender a la población en el ámbito de sus competencias. Las acciones de cada una de estas dependencias han sido divulgadas de manera oportuna por medio de sus respectivas unidades de comunicación social.

Hasta el momento el Gobierno de Guatemala no se ha pronunciado sobre las lluvias insistentes en el país a pesar que hay más de 4 millones de personas afectadas.