Unas personas se forman para recibir la vacuna del coronavirus, en Seattle, Estados Unidos. Foto La Hora/AP/Ted S. Warren.

Por LAURAN NEERGAARD, HANNAH FINGERHUT y MARION RENAULT
WASHINGTON (AP) — Aproximadamente 1 de cada 5 estadounidenses perdió a un familiar o amigo cercano por el coronavirus, lo que destaca la división entre dolor y esperanza mientras el país ansía volver a la normalidad un año después del inicio de la pandemia.

Una encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research difundida el jueves ilustra cómo está preparado el escenario para una recuperación de dos niveles. La preocupación del público por el virus ha caído a su punto más bajo desde el otoño, antes de que las vacaciones ocasionaran un aumento vertiginoso de los casos en el nuevo año.

Pero las personas que aún están de luto expresan su frustración por la continua lucha por mantenerse a salvo.

“No tuvimos la oportunidad de llorar. Es casi como si hubiera sucedido ayer para nosotros. Todavía está fresco”, dijo Nettie Parks del condado Volusia, Florida, cuyo único hermano murió de COVID-19 en abril pasado. Debido a las restricciones de viaje, Parks y sus cinco hermanas aún no han celebrado un homenaje.

Parks, de 60 años, dijo que se retiró de su trabajo de servicio al cliente el año pasado en parte debido a la preocupación por la exposición al coronavirus, y ahora observa con pavor cómo más estados y ciudades relajan las reglas de salud.

El sondeo también muestra que solo 3 de cada 10 estadounidenses están muy preocupados de que ellos mismos o un miembro de su familia se infecten, en comparación con 4 de cada 10 en los últimos meses. Aún así, la mayoría está al menos algo preocupada.

“Están bajando la guardia y no deberían”, dijo Parks. “La gente tendrá que darse cuenta de que esto no va a ninguna parte. No ha terminado”.

El número de víctimas por COVID-19 ya supera los 527.000 muertos en Estados Unidos y sigue aumentando.

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