Foto La Hora/John Minchillo/AP

POR TIM SULLIVAN y AMY FORLITI
MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU./AP

Manifestantes enojados por la muerte de George Floyd, un afroestadounidense que murió tras ser detenido por la policía, entraron a una comisaría en Minneapolis este jueves, en la tercera noche consecutiva de protestas violentas, que se han extendido más allá de la ciudad.

Un video en vivo mostró a los manifestantes accediendo al inmueble, donde las alarmas de incendios y los aspersores sonaban a medida que se provocaban incendios. La policía parecía haber abandonado el edificio ubicado en un vecindario no muy lejos de donde murió Floyd el lunes.

Un vocero no respondió de inmediato a los mensajes de The Associated Press.

EL CASO

En imágenes grabadas por un peatón puede verse a Floyd, tendido en el pido, diciendo que no puede respirar mientras el agente de policía Derek Chauvin, que es blanco, lo inmoviliza con la rodilla sobre su cuello. Según pasan los minutos, Floyd deja lentamente de hablar y moverse.

DISTURBIOS

Docenas de negocios en las Ciudades Gemelas tapiaron sus escaparates y puertas con tablas el jueves para tratar de prevenir los saqueos, mientras Target, una cadena minorista con sede en Minneapolis, anunció que cerrará temporalmente dos docenas de tiendas en la zona. Minneapolis suspendió casi todos sus servicios de tren y bus hasta el domingo por motivos de seguridad.

En St. Paul, las nubes de humo flotaban en el aire mientras agentes ataviados con porras, máscaras antigás y equipos de protección corporal vigilaban a los inconformes en una de las principales calles comerciales de la ciudad, donde los bomberos tuvieron que sofocar una serie de pequeños incendios.

Llegado un punto, los policías formaron una fila ante un establecimiento Target para tratar de impedir la entrada de saqueadores, que también rompían los vidrios de otros negocios.

Cientos de manifestantes regresaron el jueves al vecindario de Minneapolis en el centro de la violencia, donde el ambiente nocturno oscilaba entre las airadas protestas y una fiesta callejera. En momento dado, una banda que tocaba en un estacionamiento frente al 3er Precinto policial, el foco de las movilizaciones, interpretó una versión punk de la canción de Bob Marley «Redemption Song». Cerca de allí, manifestantes cargaban con maniquíes de ropa de un Target saqueado y los arrojaban a un auto en llamas. Más tarde, hubo un fuego en un inmueble cercano.

Pero en otras zonas de Minneapolis, miles de personas marcharon de forma pacífica por las calles reclamando justicia.

Antes en el día, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, movilizó a la Guardia Nacional para tratar de frenar las protestas.

LLAMADA AL 911

La ciudad hizo pública el jueves una transcripción de la llamada al teléfono de emergencias 911 que llevó a la policía a la tienda de comestibles donde Floyd fue arrestado.

La persona que llamó explicó que alguien pagó con un billete falso y que cuando los empleados salieron corriendo tras él, encontraron al hombre sentado en una camioneta. Según el denunciante, el hombre estaba «terriblemente borracho y no tiene control sobre sí mismo». Preguntado por el operador del 911 sobre si el sospechoso estaban «bajo la influencia de algo», respondió: «Algo así, sí. No está actuando bien». Según la policía, Floyd coincidía con la descripción del sospechoso.

La Oficina del Fiscal de Estados Unidos y el FBI en Minneapolis dijeron el jueves que estaban realizando «una sólida investigación criminal» sobre la muerte.

El presidente del país, Donald Trump, dijo que pidió que se acelere la pesquisa.
El FBI investiga también si se violaron los derechos civiles de Floyd.
Chauvin, el agente que inmovilizó a Floyd con la rodilla, fue despedido el martes junto a tres agentes más que participaron en el arresto.

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