Por Dirk Godder/dpa
Seúl

La expresidenta surcoreana Park Geun-hye fue condenada hoy a 24 años de cárcel por corrupción, abuso de poder y otros delitos, informaron medios locales.

Un tribunal en Seúl declaró a Park, de 66 años, culpable de 16 cargos, entre ellos corrupción, abuso de poder, cohecho y filtración de secretos del Estado. El tribunal consideró probado que Park había abusado de sus competencias como presidenta para fines privados.

«Ella abusó del poder que el pueblo le había entregado, provocando el caos en los asuntos de Estado», dictaminó el presidente del tribunal, Kim Se-yun.

Asimismo, Park fue condenada a pagar una multa de 18 mil millones de won (unos 14 millones de euros o 17 millones de dólares). La Fiscalía del Estado había pedido 30 años de prisión para la exmandataria.

Park no asistió a la lectura del fallo, que fue transmitida por televisión. Desde octubre del año pasado ha venido boicoteando el juicio después de que un tribunal prolongara su estancia en prisión preventiva. La política conservadora se declara víctima de una «conspiración política» y niega las acusaciones.

Se espera que sus abogados interpongan un recurso de apelación. Ante el palacio de Justicia se reunieron numerosos seguidores de Park pidiendo su libertad, según informaron emisoras surcoreanas.

TRAYECTORIA POLÍTICA

Además de su caída política, su destitución y posterior detención y acusación supusieron para Park el desprestigio de su imagen pública, tras haberse convertido en la primera mujer en ser elegida presidenta de Corea del Sur a finales de 2012. Debido a sus éxitos para los conservadores se había ganado el título de «reina de las elecciones».

Como hija del dictador militar Park Chung-hee, Park pasó gran parte de su juventud en el palacio presidencial. Tras la muerte de su madre en 1974, que perdió la vida en un atentado perpetrado por un simpatizante de Corea del Norte, se convirtió en una especie de primera dama sustituta con sólo 22 años. Su padre fue asesinado en 1979.

Una figura clave en el escándalo que precipitó la caída de Park fue su amiga Choi Soon-sil, que en febrero fue condenada a 20 años de cárcel. Park fue acusada de haber permitido que Choi se inmiscuyera en los asuntos del Gobierno, a pesar de que su amiga y confidente no desempeñaba ningún cargo público.

ALGUNOS SEÑALAMIENTOS

Además, según el tribunal, Park ayudó a su amiga a extorsionar a numerosas empresas, incluido el grupo Samsung, elevadas cantidades de dinero que fueron a parar a organizaciones dirigidas por Choi. Según la fiscalía, se trataba de más de 70 mil millones de won (unos 53 millones de euros o 66 millones de dólares). El tribunal detectó más de 23 millones de won (17 millones de euros o 22 millones de dólares) en sobornos, que Park consiguió o reclamó en colaboración con su amiga.

Según el tribunal, Park también es cómplice la elaboración de una lista negra de intelectuales críticos con el Gobierno bajo su mandato.

La oficina del sucesor de Park, el político liberal de izquierdas Moon Jae-in, lamentó hoy públicamente el fallo judicial. Es la tercera vez en la historia de Corea del Sur que un antiguo jefe de Estado es condenado por corrupción y otras acusaciones.

El expresidente Chun Doo-hwan fue condenado a muerte por rebelión y alta traición en 1996 junto con su sucesor Roh Tae-woo. Además, se les impuso elevadas multas por corrupción en el cargo. A finales de 1997 ambos fueron indultados y todavía viven. Actualmente, el predecesor de Park, Lee Myung-bak, se encuentra en arresto provisional por acusaciones de corrupción.

Artículo anteriorFiltración en Facebook afectó a 2.7 millones de usuarios en UE
Artículo siguienteReparación de Puente Belice terminará en 2019