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Ciudad de México
DPA
El Gobierno de México defendió hoy el «Viacrucis» anual de migrantes centroamericanos que se realiza en el país, alegando que desde su inicio ha mantenido a Estados Unidos al tanto, después de que Donald Trump los criticara por permitir el avance de la caravana.
En un comunicado conjunto, los ministerios de Exteriores y del Interior indicaron que el «Viacrucis» es «una manifestación pública que busca llamar la atención sobre el fenómeno migratorio y la importancia del respeto a los derechos de los migrantes centroamericanos».
Señalaron que la caravana está integrada principalmente por migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador, y que todos sus participantes «se encuentran sujetos a un procedimiento administrativo migratorio».
También indicaron que, como en cualquier manifestación pública, las autoridades «velan por la seguridad y la protección de la dignidad y los derechos humanos de los integrantes de la caravana».
El domingo y hoy, Trump acusó a México en Twitter de no hacer nada por detener las «grandes caravanas» de migrantes que buscan llegar a la frontera entre ambos países.
«México hace muy poco, si no NADA para evitar que la gente llegue a través de su frontera sur y después venga a Estados Unidos», escribió el domingo en Twiter. «Se ríen de nuestras leyes migratorias ridículas», añadió.
Hoy en la mañana señaló que México tiene «el poder absoluto» para no permitir que esas caravanas de inmigrantes crucen su territorio y llamó al Congreso estadounidense a modificar sus leyes migratorias por ser «patéticas».
Al respecto, México manifiesta que su política migratoria «es definida de forma soberana» y busca que los flujos migratorios sean legales. «Bajo ninguna circunstancia, el Gobierno de México promueve la migración irregular», responde en el comunicado.
El Gobierno mexicano también dijo que no le compete al «Gobierno ejercer decisiones migratorias de Estados Unidos o de cualquier otra nación» y que la decisión de dejar cruzar la caravana migrante al territorio estadounidense solo es decisión de ese país.
«Serán las autoridades competentes de la Unión Americana las que decidan, de ser el caso, autorizar o no el ingreso a su territorio de los integrantes de la caravana que lo solicitaran a través de los puertos de entrada y salida autorizados», manifiesta el documento.
