Por Andrea Jumique
ajumique@lahora.com.gt

Desde pequeña, Marlenis Ramos ha convivido en un ambiente rodeado por telas de diferentes texturas, máquinas de coser, agujas, hilos, vestidos y prendas de diversos diseños. Esa capacidad adquirida en su casa le permitió sobresalir e innovar durante los once años que ha permanecido en Estados Unidos.

A pesar que desde niña mostró habilidades para la costura, ya que ayudaba a su madre en este oficio, no le interesó en un principio. Su sueño era ser periodista.

Sin embargo, no tuvo el apoyo de su mamá para desarrollarse en esa área, porque consideraba que era una carrera muy peligrosa para ejercer en Honduras, por lo tanto, estudió y se graduó de Maestra en Educación Primaria, aunque únicamente impartió clases durante cinco meses.

Originaria del municipio de Trojes, El Paraíso, Honduras, Marlenis migró a Estados Unidos en el 2005. En un principio su madre era quien buscaba el sueño americano, pero como su hermano aún era pequeño y necesitaba de sus cuidados, ella decidió emprender la travesía.

Cuando llegó a Estados Unidos residió en Chicago, Illinois. Trabajó en una fábrica de aluminio y luego en una de camisetas.

Luego de estar dos años en Chicago, Marlenis se casó y se mudó a Arizona, lugar en donde reside actualmente con su esposo y sus dos hijos de 10 y 4 años.

INICIOS EN LA CASA DE MODAS

La “abuelita”, como Marlenis reconoce a la señora que le abrió las puertas de su casa a ella y a su esposo al llegar a Arizona, fue quien la alentó a desarrollar sus conocimientos en costura.

Después de vivir varios meses en su casa, “la abuelita” le instaló su propio taller para que creara todos los diseños que deseaba.

Luego de elaborar varios vestidos, decidió colocar algunas imágenes en su página de Facebook para darlos a conocer. La red social es una herramienta importante para Marlenis, ya que por medio de su página ha sido contactada por presentadores de televisión, diseñadores de modas y ha recibido pedidos de vestidos desde países como Venezuela, Honduras, Ecuador e Israel.

La primera invitación para participar en un fashion show la recibió de la presentadora de televisión Leticia Ortiz, quien consideró que los diseños de sus vestidos eran únicos y de alta calidad. Después conoció al diseñador de modas Arturo Valenzuela, a quien considera “un eslabón gigante” que la ayudó a sobresalir en el mundo de la moda.

Al inicio de su carrera, Marlenis se dedicaba solo a diseñar vestidos para niñas, sin embargo, conforme fue avanzando su experiencia decidió crear vestidos de novia y quinceañeras. Ahora sus diseños se enfocan en prendas de boda, quince años y para certámenes de belleza.

El negocio de Marlenis comenzó llamándose Marlenis Collection, luego cambió de nombre a Casa de Modas Marlenis Collection, porque consideró que su empresa necesitaba más “relevancia”.

“Le puse así -Casa de Modas- porque en estos lugares se pueden encontrar vestidos no solamente míos, sino de muchos diseñadores. Por lo que yo quise decir que puedo trabajar con cualquier diseñador”, indicó.

Además de ser diseñadora de modas, Marlenis es la directora del certamen Mini Miss United Nations, actividad que se creó para elegir a la reina de imagen de Marlenis Collection.

EL SUEÑO AMERICANO

La hondureña considera que actualmente vive el sueño americano, porque a pesar de todos los obstáculos que ha tenido que pasar, en Estados Unidos ha alcanzado logros que no hubiera podido obtener en su país de origen.

Ha recibido reconocimientos de cinco casas de modas, ha participado en programas de televisión, eventos y certámenes de belleza en Arizona y California, los cuales han sido fruto de su esfuerzo y pasión.

A pesar de los reconocimientos, Marlenis considera que su sueño se cumplió al tener su propio negocio, su esposo, su propia compañía de piscinas y sus dos hijos con buena salud.

COMPROMETIDA A AYUDAR

Ramos tiene planificado crear una fundación en la cual por medio de Mini Miss United Nations, se puedan crear eventos para ayudar a los “homeless” (desamparados). Además, esperan recaudar fondos para ayudar a los niños de Centroamérica.

La hondureña valora el trabajo que realizan todos los migrantes. “La comunidad migrante somos los que estamos engrandeciendo el país -Estados Unidos-”, señaló. Por último, considera que si recibieran el respaldo de sus países de origen podrían ayudar más a sus familiares y connacionales.

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