POR COLLEEN BARRY
Milán

Unos 600 migrantes fueron transportados hoy a Sicilia tras ser rescatados en el mar, en una de las llegadas más numerosas desde que el gobierno italiano llegó a un acuerdo con autoridades libias para reducir las salidas. El hecho generó preocupaciones de un nuevo aumento del flujo desde el país norafricano.

Los migrantes, en su mayoría menores sin acompañante del África subsahariana, fueron rescatados en siete operaciones a lo largo de 36 horas y trasladados hoy a Palermo por la organización no gubernamental alemana SOS Mediterranée.

La operación coincide con combates en torno a la ciudad libia de Sabratha que han desestabilizado a una milicia que prometió ayudar a reducir el flujo migratorio.

La presidenta de SOS Mediterranée, Valeria Calandra, dijo a Sky TG24 que la renovada inestabilidad en Libia acrecienta el deseo de los migrantes de huir de la anarquía reinante.

«Era muy improbable poder detener a todos de un día al otro», dijo Calandra. «Creo que este rescate es el primero de muchos que vendrán».

Las llegadas de inmigrantes a Italia cayeron de forma drástica en julio y agosto antes de un repunte de 3 mil 914 personas en agosto y 6 mil 288 en septiembre. Con todo, los arribos de septiembre no alcanzaron ni a la tercera parte de los del mismo mes de 2016.

Federico Fossi, vocero de la agencia de la ONU para los refugiados, dijo en Roma que aún no se puede determinar la causa del aumento reciente y si éste se prolongará. Afirmó que el acuerdo con las fuerzas libias no fue suficiente para detener del todo a los barcos de los contrabandistas.

«Últimamente se ha visto un leve aumento. Tenemos que ver a mediano plazo si hay una nueva tendencia», dijo Fossi.

La ACNUR dijo hoy que a raíz de los choques recientes cerca de Sabratha, 80 kilómetros al oeste de Trípoli, unas 3 mil familias quedaron varadas. La mayoría regresó a sus hogares, pero hay más de 10 mil refugiados y migrantes que requieren «ayuda urgente».

Después de tomar el control de los centros de detención regentados hasta entonces por los traficantes, las autoridades libias trasladaron 4 mil 500 migrantes a un hangar en la zona de Dahman y otros a centros de detención cerca de Trípoli, dijo la agencia.

ACNUR dijo que enviaba sacos de dormir, equipos para la higiene, alimentos y mantas a Libia. Muchos migrantes carecían de ropa o calzado, mostraban heridas que requerían atención médica urgente o apoyo psicológico.

«En general, nuestro equipo en el terreno retrata un panorama muy sombrío», dijo ACNUR.

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