Moscú/Nueva York
DPA

El presunto ataque químico de ayer en Jan Sheijun, en el que murieron al menos 72 civiles, fue hoy objeto de acusaciones cruzadas horas antes de que la ONU celebre un debate de urgencia al respecto.

Mientras Estados Unidos, Francia y Reino Unido acusan al régimen de Bashar al Assad de lo ocurrido, Rusia aseguró hoy que el ataque fue provocado por un bombardeo del Ejército sirio, pero que la sustancia tóxica partió de una fábrica de armas químicas de los rebeldes de la oposición.

El Ministerio de Defensa ruso señaló que sus sistemas de vigilancia aérea captaron un ataque de la aviación siria contra un gran almacén de munición y armas de los rebeldes. En ese lugar había también una fábrica de proyectiles que eran cargados con sustancias químicas y enviados desde allí a combatientes en Irak, informó la agencia Tass.

La oposición negó esa información, que consideró una «mentira», dijo el número dos de la Coalición Nacional Siria, Abd al Hakim Bashar, en Estambul. El representante de la coalición opositora habló de una «masacre» de la que responsabilizó al Gobierno de Damasco y exigió que el presidente Bashar al Assad responda por crímenes de guerra.

Mientras tanto, parece confirmarse que se trató realmente de un ataque químico, según dijo hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un comunicado, remitiéndose a los síntomas.

El ataque desató una fuerte condena internacional. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá hoy para evaluar la situación.

Estados Unidos, Francia y Reino Unido han presentado un borrador de resolución, que podría ser votada hoy mismo, que no contempla sanciones, pero pide información detallada sobre las misiones aéreas del Ejército sirio el martes y el nombre de los pilotos de helicópteros del Gobierno.

Además, exige acceso a aeropuertos militares desde los que presuntamente partieron las supuestas armas químicas, según la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), que pide además reunirse con generales sirios y líderes del país en cinco días.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se mostró «confiado» en que el Consejo de Seguridad asegurará que se responda por los crímenes de guerra cometidos en Siria.

Sin embargo, el primer ministro libanés, Saad al Hariri, acusó a la comunidad internacional de su inacción. «Lamentablemente, nadie tiene las agallas de hacer algo contra este régimen», dijo en relación al Gobierno sirio.

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