BUDAPEST, Hungría
AP

La camarógrafa húngara que fue filmada pateando y lanzando zancadillas a migrantes cerca de la frontera con Serbia en septiembre de 2015 fue acusada formalmente de alterar la paz, informó hoy la fiscalía de Hungría.

Petra Laszlo, quien más tarde se disculpó por sus acciones al tiempo que intentó justificarlas, fue despedida de la televisora conservadora N1TV cuando el video de su agresión se hizo viral en redes sociales.

El caso sucedió antes de que Hungría cerrara su frontera con Serbia y cuando todavía entraban al país miles de refugiados a diario, con lo que evitaron así la llegada masiva de migrantes, postura que sigue manteniendo hasta la fecha.

En ese momento, Laszlo explicó que cayó en pánico cuando migrantes y refugiados rompieron el cordón policial cerca de donde ella se encontraba y sintió que estaba siendo atacada. Pateó a un niño y una niña y más tarde lanzó a una zancadilla a un hombre con un niño en brazos.

Laszlo dijo más tarde al diario ruso Izvestia que su vida estaba «arruinada» por los incidentes del 8 de septiembre de 2015, y que estaba considerando mudarse a Rusia.

La reportera declaró tiempo después del incidente que no podía conseguir un nuevo trabajo y que incluso estaba pensando en emigrar a Rusia, algo que no ha hecho.

La camarógrafa no respondió de inmediato a un pedido de declaraciones.

El fiscal Zsolt Kopasz, del condado de Csongrad, dijo en un comunicado que se determinó mediante una investigación exhaustiva que no había «probabilidades razonables» de que las acciones de Laszlo «causen heridas».

«No surgieron datos que indicaran que la conducta de la acusada fue motivada por razones étnicas o por el estatus migratorio de las víctimas», dijo Kopasz.

El hombre a quien Laszlo lanzó una zancadilla y quien cayó al intentar alejarse de la policía en la frontera fue identificado como Osama Abdul Mohsen, un entrenador de fútbol sirio. Se asentó con parte de su familia en España, donde trabaja en un club de fútbol.

El año pasado, casi 400.000 migrantes y refugiados atravesaron Hungría camino de Occidente, hasta que el primer ministro Viktor Orbaan hizo instalar cercas con alambre de púas en la frontera con Serbia y Croacia. Estas y otras medidas, como permitir a la policía que «escolte» de regreso a Serbia a migrantes no registrados hallados a 8 kilómetros de la frontera, prácticamente han detenido el flujo de migrantes.

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