Washington
DPA

El candidato presidencial republicano Donald Trump no invitó a Rusia a hackear la cuenta de email de Hillary Clinton cuando dijo que esperaba que Moscú pudiera encontrar los 33 mil correos electrónicos perdidos en los servidores de la demócrata, dijo ayer un portavoz de la campaña del magnate en Twitter.

El comentario tuvo lugar luego de que el postulante respondiera a una pregunta sobre el pirateo la semana pasada de unos 20 mil e-mails del Partido Demócrata.

El candidato dijo este miércoles que había evidencias no concluyentes respecto de que Rusia estuviera detrás de la filtración y se focalizó en cambio en el escándalo previo de su rival Clinton con sus correos electrónicos cuando fue secretaria de Estado.

«Rusia, si estás escuchando, espero que encuentres los 33 mil emails que desaparecieron (del servidor de Clinton). Creo que serás altamente recompensada por nuestra prensa», dijo Trump durante una conferencia de prensa.

Sin embargo, su portavoz Jason Miller dio marcha atrás horas después de la conferencia.

«Para ser claros, el señor Trump no llamó hoy a, ni invitó, a Rusia ni a nadie a piratear el email de Hillary Clinton», escribió Miller. «Trump claramente estaba diciendo que si Rusia u otros tenían los 33 mil emails ilegalmente borrados de Clinton, deberían compartirlos con el FBI inmediatamente».

La campaña de Clinton respondió a la declaración de Trump señalando que los llamamientos del republicano para que otro país hackee servidores estadounidenses implican un «tema de seguridad nacional».

«Esta debe ser la primera vez que un candidato presidencial central alentó activamente a una potencia extranjera a realizar espionaje contra su rival político», apuntó en una declaración la campaña de Clinton. «Esta no es una hipérbole, estos son simplemente los hechos».

Trump negó asimismo tener cualquier tipo de conexión política con el presidente ruso Vladimir Putin. «No tengo nada que ver con Putin, jamás hablé con él», manifestó Trump este miércoles durante la conferencia de prensa en Doral, en Florida.

Los demócratas acusaron a Rusia de estar tras la filtración y de esta manera inmiscuirse en la campaña electoral favoreciendo al magnate republicano.

«Si es Rusia, que probablemente no lo es, nadie sabe quién es, pero si es Rusia, es realmente malo por una razón diferente, porque muestra qué poco respeto tienen por nuestro país», apuntó el candidato republicano a la Casa Blanca.

La difusión de estos correos por parte de la plataforma Wikileaks generó gran revuelo antes del inicio de la Convención Demócrata en Filadelfia. De los e-mails se desprendió que hubo maniobras internas en el Partido Demócrata para sabotear la candidatura presidencial del senador Bernie Sanders en beneficio de Hillary Clinton.

La publicación de Wikileaks se cobró el domingo su primera víctima: Debbie Wasserman Schultz, presidenta del Comité Nacional Demócrata.

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