ANKARA, Turquía
AP

Un atacante suicida kurdo detonó un coche bomba afuera de una comisaría de policía de una localidad turca próxima a la frontera con Siria, lo que dejó al menos tres muertos y más de 30 heridos, dijo hoy el primer ministro de Turquía.

En Estambul, el primer ministro Binali Yildirim afirmó que las víctimas del ataque en la localidad de Midyat, en la provincia de Mardin, fueron un policía y dos civiles. No estaba claro si la cifra incluye al atacante suicida.

La explosión ocurrió en una calle principal muy concurrida llena de cafeterías, tiendas y bancos. Imágenes de televisión mostraron una densa columna de humo en el lugar del ataque, que pareció destruir la fachada del edificio de la policía.

En declaraciones a la televisión, Yildirim dijo que el ataque fue perpetrado por el grupo rebelde kurdo ilegalizado, el Partido de los Trabajadores del Curdistán (PKK). Indicó que las barreras de concreto y otras medidas de seguridad instaladas en torno a la comisaría evitaron mayores pérdidas de vidas.

La agencia de noticias Dogan informó que el ataque fue un atentado suicida con auto bomba realizado con una camioneta cargada con media tonelada de explosivos.

El ataque se produce un día después de que un auto bomba estalló al paso de un vehículo policial en Estambul, matando a 11 personas durante la hora de más tránsito de la mañana, y sucedió mientras se llevaban a cabo los funerales de las víctimas. Nadie ha reclamado aún la responsabilidad por el ataque.

En lo últimos tiempos, Turquía ha sido blanco de una serie de ataques. Los rebeldes del PKK han atentado contra objetivos militares y de la policía desde julio, cuando se rompió el frágil alto el fuego con el estado. Además, se ha culpado al grupo extremista Estado Islámico de una serie de ataques letales en el país, que forma parte de la coalición liderada por Estados Unidos contra la milicia radical.

Mardin, donde las fuerzas gubernamentales luchan contra insurgentes kurdos, sufrió ataques similares en los últimos meses. En mayo, tres personas fallecieron por la explosión de un auto bomba plantado por rebeldes kurdos en una comisaría de Midyat. Un mes antes, un soldado murió y otros seis resultaron heridos en un atentado contra su puesto de control.

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