Madrid
DPA

El mayor vertedero de neumáticos de Europa arde desde la madrugada de este viernes a 30 kilómetros de Madrid. Las autoridades españolas están en alerta ante la toxicidad de la gran columna de humo que provocaron las llamas, que consumen cinco millones de cubiertas de goma con un peso de 100.000 toneladas.

Una urbanización de 9 mil personas fue desalojada por la tarde ante la cercanía de la nube tóxica, que se movía a merced del viento. «Las condiciones meteorológicas favorecerán la concentración de elementos tóxicos a favor de viento y el riesgo de que llegue a la población», explicó el Gobierno regional de Castilla-La Mancha.

El vertedero se extiende sobre una superficie de 11 hectáreas en una zona limítrofe entre esa comunidad y la Comunidad de Madrid. Su actividad es ilegal y las autoridades regionales estaban buscando una solución para la acumulación de los neumáticos. El responsable se encuentra en paradero desconocido y acumula sanciones por delitos medioambientales por unos 600.000 euros.

El espectacular incendio convirtió en una espesa nube negra el horizonte de la capital de España en esa zona y forzó un importante despliegue de efectivos contra un fuego que la Guardia Civil cree que fue intencionado porque en los últimos días ha llovido mucho.

Las llamas, de hasta 20 metros de altura, fueron controladas con el trabajo de equipos contra el fuego, helicópteros e hidroaviones y se mueven ya en un perímetro acotado, pero los bomberos creen que tardarán días en sofocarlas por la virulencia con la que arden los neumáticos. Ya lo han hecho entre siete y ocho de las 11 hectáreas.

«La posibilidad es que arda todo el vertedero, puede estar ardiendo días», dijo un portavoz de los bomberos a Radio Nacional de España.

El cementerio de neumáticos se encuentra a caballo entre el municipio de Valdemoro, en la Comunidad de Madrid, y el de Seseña, que pertenece a la de Castilla-La Mancha.

En esa última está «El Quiñón», la urbanización desalojada por la tarde. En las horas previas, sus vecinos habían sido ya conminados por la policía a no salir a la calle y a cerrar bien puertas y ventanas. Las clases escolares fueron suspendidas.

Los componentes químicos de ese humo pueden provocar insuficiencias respiratorias, crisis de asma y neumonías, alertan los expertos sanitarios. El 80 por ciento de los vecinos de la urbanización la abandonaron por sus medios, según explicó el Ejecutivo regional.

«Vemos la nube desde la estación de ferrocarril, pero no parece que venga hacia aquí. A saber qué pasará si cambia el viento», contó a dpa por teléfono un vecino de Valdemoro. «A nosotros la policía de momento no nos ha dicho nada».

El Gobierno central de Mariano Rajoy ofreció a los Ejecutivos regionales de Madrid y Castilla-La Mancha «la máxima colaboración» que puedan requerir. La Unidad Militar de Emergencias (UME), un destacamento del Ejército, coordinó la intervención de dos hidroaviones.

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