RÍO DE JANEIRO
DPA

Un juez de la Corte Suprema de Brasil suspendió hoy al presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, quien ha encabezado los esfuerzos para destituir a la presidenta Dilma Rousseff aunque él mismo enfrenta una larga lista de acusaciones de corrupción.

La medida anunciada por el juez anula al menos temporalmente al líder legislativo.

El juez Teori Zavascki tomó la decisión el jueves antes de una sesión plena de la corte donde el tribunal podría decidir si confirma, revoca o simplemente ratifica la decisión de Zavascki. A menos que el tribunal tome acción contraria, la suspensión se mantiene.

Una portavoz de la oficina de Cunha expresó que él estaba al tanto de la decisión, pero que no haría comentarios al respecto. Cunha ha negado reiteradamente las acusaciones en su contra.

Cunha, que suele tuitear versículos de la Biblia, ha estado en la vanguardia de las gestiones políticas para impugnar la presidencia de Rousseff, con base en denuncias de que manipuló el presupuesto para ocultar déficits que han contribuido a la peor recesión en la historia reciente de Brasil, la mayor economía de Latinoamérica.

El proceso para acusar a Rousseff ya se encuentra en el Senado, por lo que la suspensión de Cunha no tiene ningún efecto directo sobre ello ahora.

Aunque la decisión llega demasiado tarde para los partidarios de Rousseff y de su Partido de los Trabajadores, seguramente será celebrada por varios sectores.

«Cunha es la única persona que puede unir al país» pues todos lo desdeñan, opinó Francisco Fonseca, analista político de la Fundacao Getulio Vargas, un instituto académico.

La fiscalía acusa a Cunha de obstruir a la justicia brasileña. El fiscal general Rodrigo Janot ha dicho que Cunha es «un criminal» que utilizó su posición para obstruir una investigación sobre la corrupción en la petrolera estatal Petrobras. La decisión de Zavascki se basa en una solicitud de Janot formulada en diciembre.

Además de obstrucción de justicia, Cunha enfrenta varias otras acusaciones de corrupción, incluyendo la de aceptar sobornos y la de ocultar millonarias cuentas bancarias en el extranjero.

Zavascki agregó que debido a las numerosas acusaciones en su contra, Cunha no era apto para estar en la línea de sucesión presidencial en caso de que Rousseff sea destituida. En ese caso el vicepresidente Michel Temer tendría que asumir la presidencia y luego sería Cunha.

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