El avance de la tecnología de inteligencia artificial (IA) podría impulsar peligrosamente la desinformación en las campañas de las elecciones estadounidenses en 2024, según observadores.
El avance de la tecnología de inteligencia artificial (IA) podría impulsar peligrosamente la desinformación en las campañas de las elecciones estadounidenses en 2024, según observadores. Foto: La Hora / DW

Los esfuerzos por proteger los sistemas electorales de Estados Unidos han aumentado exponencialmente desde las elecciones de 2016, pero se necesita hacer más para defender la integridad del sufragio antes de los comicios del año entrante, indicó el martes la directora de la agencia de ciberseguridad del país.

Jen Easterly, directora de la Agencia de Nacional de Ciberseguridad y Seguridad en Infraestructura, conocida como CISA, anunció planes de dedicar más recursos a la tarea, contratando a 10 especialistas adicionales que estarán en distintas partes del país para interactuar directamente con funcionarios estatales y locales. Easterly formuló sus declaraciones en la conferencia de la Asociación Nacional de Directores Estatales de Elecciones en Charleston, Carolina del Sur.

“La diferencia en cuanto a nuestras capacidades y postura en esta área, comparado a lo que eran en 2016, es como la diferencia entre noche y día”, expresó Easterly. “A pesar de este progreso, sabemos que tenemos que hacer más y que tenemos que permanecer alertas frente a un riesgo nuevo y en constante evolución”.

 

La CISA tiene a su cargo la protección de la infraestructura nacional como represas, bancos y plantas nucleares. A ello fue agregado la seguridad de los sistemas electorales tras evidencias de que Rusia intentó manipular las elecciones de 2016.

Desde entonces, funcionarios estatales y locales han estado trabajando para proteger los sistemas electorales del país con millones de dólares asignados por el Congreso en años recientes. En sus esfuerzos por proteger la infraestructura electoral, la CISA trabaja con todos los niveles de gobierno, cooperando con agencias federales estatales y locales, ofreciendo evaluaciones de los sistemas cibernéticos y de los protocolos de seguridad, pruebas para detectar vulnerabilidades y otros servicios.

Entretanto, han ido aumentando las amenazas a los procesos electorales. La más reciente involucra el temor de que la inteligencia artificial sea usada por quienes deseen interferir en las elecciones estadounidenses mediante la creación de contenidos falsos o engañosos. Ello aparte de los grupos criminales que buscan infiltrar ransomware a cambio de dinero y el potencial de ciberataques sofisticados por países hostiles.

 

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