Gabrielle Roitman, de izquierda a derecha, Kayla Seffing, Maddy Hiller y Casey Myer se toman una selfie frente a un cartel de la película "Oppenheimer" antes de asistir a una proyección anticipada de "Barbie", el jueves 20 de julio de 2023 en los cines AMC The Grove 14 en Los Ángeles. (Foto AP/Chris Pizzello)

Oleadas de cinéfilos vestidos de rosa pasaron junto a palmeras de cartón en el frenético primer día de “Barbenheimer”.

Después de la expectativa impulsada por una nube de memes, el día más esperado en el calendario cinematográfico del año finalmente llegó cuando “Barbie” y “Oppenheimer”, dos películas opuestas unidas por el destino del marketing cruzado, aterrizaron en los cines.

“Creo que es el contraste”, dijo Lucy Ruiz, de 17 años, mientras ella y una amiga se dirigían a la primera función de “Barbie” el jueves en el Alamo Drafthouse en Yonkers, Nueva York. “Si quieres hacer ambas cosas en el mismo día, son como dos caras de la misma moneda”.

Para Ruiz, la segunda mitad de su “Barbenheimer” tendrá que esperar. “Tal vez la próxima semana”, dijo sobre ver “Oppenheimer”.

Pero muchos acudirán para ver ambas películas el fin de semana de apertura. La Asociación Nacional de Propietarios de Cines dice que unos 200.000 cinéfilos en Estados Unidos y Canadá han reservado entradas para el mismo día para ambas películas. Resultó que la película del verano no fue “Indiana Jones” o “The Flash”, sino una doble función.

“No creo haber visto nada como esto”, dice Michael O’Leary, presidente de la asociación de cines, quien comparó el fenómeno con una gira de conciertos de Taylor Swift con entradas agotadas. “Pero si bien ese es un evento especial increíble que capta la atención cultural, no es accesible para todos como lo son estas dos películas. Este es un fenómeno abierto a todos, sin importar dónde vivan”.

Para el viernes, ya estaba claro que “Barbenheimer” se había transformado en el evento cinematográfico del año. La colisión de la brillante sátira de la muñeca de Mattel de Greta Gerwig y la obra de tres horas de Christopher Nolan sobre J. Robert Oppenheimer, el llamado padre de la bomba atómica, no estaba canibalizando la venta de boletos de alguna de las dos, sino que alimenta la emoción de uno de los fines de semana de cine más esquizofrénicos y con choques de colores más marcados.

Las previsiones de los estudios rondaban los 80 millones de dólares para el primer fin de semana de “Barbie” y unos 40 millones de dólares para “Oppenheimer”. Pero es probable que ambas superen con creces esos totales, y tal vez incluso, especialmente en el caso de “Barbie”, los dupliquen.

 

Warner Bros. dijo el viernes que “Barbie” recaudó 22,5 millones de dólares en las primeras funciones del jueves, la mejor cifra del año y una clara señal de que la película superará fácilmente los 100 millones de dólares durante el fin de semana. “Oppenheimer” de Universal Pictures obtuvo 10,5 millones en ventas de boletos previo al estreno, un comienzo igualmente sólido.

“Barbenheimer” está a punto de ser no sólo una tendencia viral, sino un gigante de la taquilla. Para una industria cinematográfica que aún no se ha recuperado por completo tras la pandemia, es una inyección muy necesaria de alegría cinematográfica en una temporada de verano en la que muchos de los principales estrenos no han alcanzado las expectativas. Las ventas generales en el año están un 20% por debajo del ritmo de taquilla de 2019.

Por mucho que la fanfarria de “Barbenheimer” haya sido impulsada por la fascinación de Internet, en muchos sentidos es un fin de semana de películas de la vieja escuela. Ambas son obras originales, ampliamente aclamadas, de dos de los mejores cineastas que trabajan en la actualidad. “Oppenheimer” ha sido aclamada como una obra maestra; en mi reseña, la califiqué como “una obra cinematográfica de belleza oscura e imponente”. Jocelyn Noveck, de The Associated Press, calificó a “Barbie” de “atrevida, inteligente, repleta de ideas (aunque en última instancia, DEMASIADAS ideas) y, sobre todo, deslumbrantemente hermosa”.

BARBENHEIMER
Una mujer pasa junto a carteles de las películas «Oppenheimer», desde la izquierda, y «Barbie», el jueves 20 de julio de 2023 en el Landmark Theatre de Los Ángeles. (Foto AP/Chris Pizzello)

Para algunos cinéfilos, “Barbenheimer” es su primera experiencia con la vieja práctica de ver una función doble. Jack Robinson, de 17 años, tenía boletos para ver ambas películas con amigos el sábado. Planeaba ponerse un traje para “Oppenheimer” antes de cambiarse de rosa para “Barbie”.

“Solía ir mucho al cine con mi familia y amigos antes de que ocurriera el coronavirus. Estoy muy emocionado”, dijo Robinson. “Será interesante no salir del cine. Por lo general, es como ir al baño y volver a casa”.

En los últimos años, los propietarios de salas de cine se han quejado a menudo de no tener suficientes películas en el mercado a medida que el streaming avanzaba y los estudios concentraban cada vez más sus calendarios de estreno en menos películas, pero más grandes. Pero “Barbenheimer” apunta a la posible recompensa cuando un grupo variado de películas suben la marea de la taquilla.

“Barbenheimer” puede haber eclipsado momentáneamente a la película principal de la semana pasada, “Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One” (“Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1”), que, a pesar del cabildeo de Tom Cruise, está perdiendo pantallas IMAX ante “Oppenheimer” este fin de semana. Pero tener tres grandes películas muy cerca una de la otra, dijo O’Leary, “es un buen problema”.

“Ciertamente es preferible a la alternativa”, dijo O’Leary.

Parrot Analytics descubrió que la demanda global de los actores de cada película, todos los cuales se han mostrado públicamente entusiasmados por ver la película de su rival, creció prácticamente al mismo ritmo entre finales de abril y mediados de julio. Los datos demográficos de la audiencia son casi opuestos entre sí. “Barbie” atrae a una audiencia mayoritariamente femenina y más joven, mientras que “Oppenheimer” es más popular entre los hombres y los mayores de 30 años, descubrió Parrot.

Sin embargo, en una América muy dividida, “Barbenheimer” ha sido el gran unificador de la cultura pop de 2023. Hay armonía en contraste.

“Veré ‘Barbie’ primero y luego ‘Oppenheimer’ porque sé que ‘Oppenheimer’ va a ser algo que tengo que digerir”, dice Jill Kupnick de Brooklyn.

Los cines tratan de atender el fenómeno “Barbenheimer” con entradas para funciones dobles y muchas promociones de dulces y cócteles con el tema de “Barbie”. Pero la mayoría de los asistentes están programando sus propios días de “Barbenheimer” por su cuenta. La escritora independiente Kelsey Weekman lo llamó “lo más cerca que hemos estado de tener una semana de espíritu escolar como adultos”.

“Tengo una amiga que ha elegido atuendos, ya pensó como se peinará”, dice Krupnick. “Hay un nivel de juego involucrado que rara vez se ve en el cine convencional. Es más común en las películas de Marvel o en el género de fantasía que algo así”.

“Barbie” y “Oppenheimer” se han fusionado tanto que es posible, a pesar de sus grandes diferencias, confundir una con la otra. En Yonkers Alamo Drafthouse, un hombre elegantemente vestido con una camisa rosa debajo de un saco preguntó por los horarios de “Oppenheimer”.

Un empleado respondió cortésmente y luego, al notar el atuendo del hombre, preguntó: “¿También quiere horarios para ‘Barbie’?”

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