La vicepresidenta argentina Cristina Fernández
La vicepresidenta argentina Cristina Fernández. Foto La Hora: AP.

La vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner apuntó el lunes contra la precandidata presidencial opositora Patricia Bullrich como posible participante de una maniobra de encubrimiento del intento de asesinato que sufrió hace ocho meses, lo que fue rechazado por dicha dirigente política.

«Resulta muy impresionante no sólo la naturalización de la violencia política sobre mi persona, sino también el encubrimiento del intento de asesinato ocurrido el 1 de septiembre», afirmó en Twitter la también exmandataria (2007-2015) al hacerse eco del reciente testimonio de una ex asesora de un diputado opositor que salpicaría a la precandidata presidencial.

Bullrich, una de las principales dirigentes de la coalición Juntos por el Cambio y aspirante a competir en los comicios de octubre, desestimó los señalamientos en su contra. «Ya no saben qué inventar frente al total y absoluto fracaso de su patético cogobierno. Conmigo el 10 de diciembre el kirchnerismo se acaba», afirmó en Twitter en referencia a la fecha en que asumirá un nuevo mandatario.

La vicepresidenta se había expresado previamente en las redes sociales sobre lo publicado la víspera por el diario Página 12 acerca de que Ivana Bohdziewicz, ex asesora del diputado opositor Gerardo Milman, testificó que el entorno de ese legislador la conminó a someter a su teléfono móvil a un borrado de su contenido en unas oficinas de Bullrich en noviembre, dos meses después del intento de magnicidio. La mujer testificó el viernes en el marco de la causa judicial que investiga el ataque.

 

 

Fernández de Kirchner se refirió a ello al citar un tuit del diputado izquierdista brasileño Alencar Santana compartiendo la información de Página 12 sobre la supuesta destrucción de pruebas. Poco después de sus dichos, el presidente Alberto Fernández calificó de «vergonzosa» y de «una gravedad significativa» la supuesta maniobra para eliminar la información del teléfono móvil. «Valoro el gesto de esa empleada que, sabiendo que podía correr riesgos, se animó a decir la verdad».

El dirigente peronista -quien ha anunciado que no peleará por la reelección- ha exigido en varias ocasiones que la justicia acelere la investigación sobre quiénes estarían detrás del ataque frustrado a su compañera en el poder.

The Associated Press intentó comunicarse con Milman para obtener su opinión sobre las declaraciones de la vicepresidenta, pero no ha obtenido respuesta por ahora. José Manuel Ubeira, abogado de la exmandataria, ratificó por su lado la información periodística al señalar que «está en actas» judiciales el testimonio que realizó ante la fiscalía la ex asesora de Milman, quien es diputado de la coalición opositora Juntos por el Cambio.

La mujer habría testificado que un experto en tecnología se dedicó a eliminar todo lo que había en su móvil, en el de otra asesora y en el de Milman, quien en ese entonces era jefe de campaña de Bullrich, integrante de Juntos por el Cambio y quien aspira a participar en las elecciones generales de octubre.

Bohdziewicz ya había declarado como testigo en la causa judicial del intento atentado y esta última vez lo hizo con el objetivo de ampliar su testimonio. En su declaración anterior sostuvo que había eliminado lo que tenía en su móvil de forma voluntaria y «para proteger su intimidad».

Bohdziewicz era una de las dos colaboradoras que estaban con Milman en un bar cercano a la sede del Congreso argentino cuando, dos días antes del ataque frustrado a la vicepresidenta, el diputado opositor les habría dicho «cuando la maten yo estoy camino a la costa», según el testimonio aportado a la justicia por un funcionario del Poder Legislativo que responde al oficialismo.

Por el intento de asesinato a la vicepresidenta en las inmediaciones a su domicilio están detenidos y procesados tres jóvenes que han expresado sus posturas antikirchneristas en las redes sociales.

El abogado de la exmandataria dijo que los detenidos son el brazo ejecutor de «una decisión política tomada en otro lado» y consideró que «Bullrich, jefa política de Milman», estaría involucrada en el ataque.

Fernández de Kirchner ha intentado apartar a la jueza federal que investiga el hecho, María Eugenia Capuchetti, por no haber profundizado lo suficiente en la pista que, a su entender, conduciría a Milman y su entorno como presuntos autores intelectuales del hecho. El pedido no prosperó ante instancias superiores.

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