Una trabajadora de salud administra una vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19 a Genaro Otero, de 71 años, el miércoles 23 de junio de 2021, en San Juan, Puerto Rico. Foto: La Hora/AP/Carlos Giusti.

SAN JUAN / AP

El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, anunció el miércoles que los empleados de restaurantes y otros establecimientos cerrados que sirven alimentos o bebidas tendrán que estar vacunados contra el COVID-19, y que los clientes deberán mostrar carné de vacunación o una prueba diagnóstica negativa.

Las nuevas reglas, que entran en vigor el 23 de agosto, se producen en momentos en que la isla lidia con un repunte de casos de coronavirus atribuido en gran medida a la variante delta. Aquellos que infrinjan la norma podrían ser sancionados con hasta seis meses de prisión o una multa de 5.000 dólares.

“Como gobernador tengo la responsabilidad de… tomar las medidas necesarias para garantizar la salud de todos”, dijo Pierluisi.

Los clientes en otros espacios cerrados, como teatros, coliseos y centros de convenciones, también deberán demostrar que están vacunados o presentar una prueba negativa de coronavirus. Pierluisi dijo que pronto habrá otra opción disponible: un código QR que la gente vacunada puede obtener si se inscribe a través de un nuevo sistema del gobierno.

Aunque los requisitos de vacunación son obligatorios para los empleados, los restaurantes y otros sitios que decidan no solicitar una prueba de vacunación o de coronavirus a los clientes deben reducir su aforo al 50%, señaló el gobernador.

Un trabajador de salud abre una caja de vacunas contra el COVID-19 durante un evento de vacunación masiva organizado por el Departamento de Salud y la organización Voces, en San Juan, Puerto Rico. Foto: La Hora/ Vía AP

Pierluisi añadió que si los empleados no se vacunan, deben presentar pruebas diagnósticas negativas de coronavirus.

Si estas medidas no tienen un impacto significativo, «me veré forzado a implementar restricciones adicionales”, advirtió.

Diversos líderes de la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico dijeron que están completamente a favor de que sus empleados estén vacunados, pero expresaron preocupaciones sobre solicitar a sus clientes que presenten pruebas de vacunación o un análisis diagnóstico negativo.

Mateo Cidre, próximo presidente de la asociación y propietario de varios restaurantes, dijo que la logística será complicada y que esperaba que se les diera tiempo para ver cómo es que la ciudad de Nueva York implementaba tales medidas.

Se preguntó qué debería hacer en caso de que se presente un cliente y diga que no está vacunado por motivos de salud.

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