Miles de migrantes que buscan llegar a la frontera con Estados Unidos se encontraban varados el sábado en el norte de México. Foto La Hora / AP

Miles de migrantes que buscan llegar a la frontera con Estados Unidos se encontraban varados el sábado en el norte de México luego de que los trenes en los que viajaban detuvieran repentinamente su marcha.

Unas 1.800 personas , en su mayoría venezolanos y centroamericanos, tuvieron que soportar las inclemencias del desierto del estado de Chihuahua (norte) pues el tren de carga que abordaron estuvo parado por casi 24 horas, sin razón aparante, en el municipio de Ahumada.

«En la noche el frío no se aguanta, y en el día el sol (…) pero todos tenemos que resistir», dijo a la AFP el venezolano José Martín.

 

Las máquinas de carga nuevamente se han convertido en el medio de transporte para que los migrantes alcancen la frontera con Estados Unidos con la esperanza de solicitar refugio alegando que huyen de la pobreza o la violencia en sus países.

«Ni en bus ni en carro, nada, nadie nos lleva, por eso es que cogemos el tren, porque supuestamente nada ni nadie lo para, pero mira lo que nos hacen «, señaló María Fernanda Molina, también de Venezuela.

Sin embargo, los trenes de carga en México, donde las vías férreas fueron construidas hace más de un siglo, suelen tener un tránsito lento o algunas veces detienen su marcha para desalentar a los migrantes.

La semana pasada, el mayor operador ferroviario suspendió 30% de sus operaciones, agobiado por el flujo de extranjeros.

Autoridades de protección civil prestaron ayuda a los migrantes en Ahumada mientras que los pobladores llevaron alimentos y agua.

El tren reanudó su marcha este sábado hacia la fronteriza Ciudad Juárez, donde también les aguarda una prolongada espera para presentar su solicitud a autoridades estadounidenses.

En el estado de Zacatecas (norte), otro grupo de más de 1.000 migrantes que también viajan en un tren de carga se encontraban varados en una zona aislada.

 

Los vagones con los extranjeros sin papeles fueron separados de la máquina, también sin razón aparente. Quedaron abandonados en esa zona dominada por el crimen organizado, lo que llevó a la secretaría de Seguridad de Zacatecas a desplegar una operativo.

En el sureño estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala y principal puerta de entrada de la migración, miles más seguían esperando en albergues o en plena calle a que autoridades mexicanas les entreguen permisos para transitar por el país o pedir refugio.

El gobierno mexicano ha admitido estar desbordado por la cantidad de migrantes que cruzan su territorio, en su gran mayoría venezolanos, cubanos, haitianos y centroamericanos.

En agosto hubo un récord de casi 233.000 que cruzaron la frontera sur de Estados Unidos y la escalada continúa en septiembre.

Autoridades migratorias mexicanas han detenido durante septiembre a más de 189.000 migrantes.

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