En este boceto de la sala del tribunal, Ghislaine Maxwell da su declaración en un tribunal federal, en Nueva York. Foto La Hora: AP.

Ghislaine Maxwell fue sentenciada el martes a 20 años de prisión por una jueza federal estadounidense por tráfico sexual de menores en el marco del caso por abuso del difunto financiero Jeffrey Epstein.

La hija del magnate de la prensa británico Robert Maxwell, también de nacionalidad estadounidense y francesa, había sido declarada culpable de tráfico sexual de menores para Epstein, su expareja y amigo, que se suicidó en 2019 en la cárcel.

En la audiencia final ante un tribunal de Manhattan, Maxwell admitió «el daño terrible» que le hizo «a demasiadas mujeres». «Es difícil de oír y más difícil aún de asumir. Los siento por todo el dolor que han experimentado», declaró la mujer de 60 años. La condena fue más clemente que la pena de entre 30 y 55 años de cárcel solicitada por de la fiscalía neoyorquina.

Maxwell compareció ante el tribunal vistiendo una camisa gris sobre camiseta blanca de mangas largas, con pelo largo que acomodó nerviosamente una y otra vez durante la audiencia. El jurado la había declarado culpable el 29 de diciembre de cinco de los seis cargos en su contra, entre ellos, el de tráfico sexual de menores para Epstein.

Para la fiscalía, su «responsabilidad» en ese tráfico y «la falta total de remordimientos» justificaron el pedido de la larga condena para esta figura de la jet set internacional, educada en Oxford, y que desde que fue detenida en el verano de 2020 en Estados Unidos, está en la cárcel.

Tras el intento frustrado de invalidar el juicio, su defensa, encabezada por la reputada criminalista Bobbi Sternheim, pidió a mediados de junio clemencia para su defendida y una condena inferior a 20 años. El sábado, Sternheim denunció ante la jueza encargada del caso, Alison Nathan, que Maxwell había sido aislada en una celda por riesgo de suicidio, «sin justificación», pese a que un examen psicológico posterior «determinó que no es suicida».

A su defendida, aseguró, no se le permite «poseer ni revisar documentos legales» ni tampoco «papel ni bolígrafo», lo que le ha «impedido prepararse para la sentencia», lo que justificaría un aplazamiento del fallo.

«EL ERROR DE SU VIDA»

La defensa de Maxwell considera que su clienta fue víctima de la influencia nefasta que ejercieron tanto su padre -«autoritario, narcisista y exigente»- y Epstein, a quien conoció tras la muerte en circunstancias misteriosas de su progenitor.

 

La relación con el financiero multimillonario fue «el peor error de su vida», aseguró la defensa. Maxwell y Epstein fueron pareja a principios de los años 1990 antes de convertirse en colaboradores profesionales y cómplices de sus delitos sexuales durante cerca de 30 años.

En el juicio, realizado en un tribunal de Manhattan el pasado año, Maxwell fue descrita como «depredadora sofisticada» que actuaba conscientemente para atraer y seducir a jóvenes para disfrute de Epstein y sus amigos, como el príncipe Andrés de Inglaterra, en sus residencias de Florida, Manhattan o las Islas Vírgenes.

Las testigos «Jane», «Kate», «Carolyn» y Annie Farmer, de 42 años, la única que testificó sin seudónimo, contaron sus vidas rotas a causa de las relaciones sexuales forzadas que mantuvieron con Epstein cuando tenían entre 14 y 17 años, a menudo en presencia de Maxwell.

Sarah Ransome, a la izquierda, y Elizabeth Stein, a la derecha, ambas presuntas víctimas de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, hablan con los periodistas cuando salen del tribunal federal de Nueva York. Foto La Hora: AP.

«LA PUERTA AL INFIERNO»

Virginia Giuffre, una de las víctimas de la pareja Maxwell-Epstein que denunció al príncipe Andrés de Inglaterra de abuso sexual cuando era menor, divulgó el viernes, según la red Law&Crime Production, una declaración en la que acusa a Maxwell de ser la que la llevó hasta el pederasta.

«Para mi, y para muchas otras, nos abriste la puerta al infierno. Y entonces, Ghislaine, como un lobo con piel de cordero, utilizaste tu femineidad para traicionarnos y nos metiste a todas en esto», reza la publicación.

El príncipe Andrés de Inglaterra, amigo de Epstein, alcanzó en febrero un acuerdo económico -según la prensa británica de 13 millones de dólares- para poner fin a una demanda de abuso que interpuso Virginia Giuffre, que aseguró que Epstein y Maxwell la «prestaron» para tener sexo con el príncipe cuando era menor.

Virginia Giuffre, una de las víctimas de la pareja Maxwell-Epstein. Foto La Hora: Ap.

El juicio de Maxwell no se explica sin la detención de Epstein, el 6 de julio de 2019, por explotación sexual de menores y asociación de malhechores.

El multimillonario, que había sido acusado una década antes en Florida de recurrir a decenas de menores a cambio de dinero, alcanzó un polémico acuerdo con el entonces fiscal general de Florida para librarse de una condena. Su suicidio en la cárcel le libró de un juicio, pero la fiscalía prometió investigar a sus eventuales cómplices.

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