WASHINGTON
AP

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, admitió ayer su «abrumadora frustración» con el gobierno israelí, y señaló que el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha llevado a Israel en la dirección equivocada.

El discurso de Biden ante el grupo activista J Street fue una crítica inusualmente dura para el principal aliado de Estados Unidos en Oriente Medio.

El Vicepresidente ofreció una sombría perspectiva para los esfuerzos de paz en Oriente Medio, reflejando las escasas esperanzas de que se logren avances durante lo que queda de la legislatura de Obama. Aunque Biden señaló que israelíes y palestinos comparten la culpa de socavar la confianza y eludir su responsabilidad, fue enfático en su crítica al gobierno de Netanyahu y dijo que su estrategia plantea «profundas dudas» sobre cómo puede Israel seguir siendo al mismo tiempo un estado judío y democrático.

«Creo firmemente que las acciones que ha tomado el gobierno israelí en los últimos años —la constante y sistemática expansión de los asentamientos, la legalización de los puestos avanzados, la ocupación de tierras— nos llevan a nosotros, y lo más importante, llevan a Israel, en la dirección equivocada», dijo Biden.

Estas políticas llevan a Israel hacia una «realidad de un estado», señaló, refiriéndose a un único estado para palestinos e israelíes en el que en último término los judíos israelíes dejarían de ser mayoría.

«Esa realidad es peligrosa», añadió Biden.

El vicepresidente, que en marzo se reunió tanto con Netanyahu como con el presidente palestino, Mahmud Abás, dijo haber regresado de su viaje desanimado sobre las perspectivas de una paz próxima. Sin embargo, afirmó que Washington está obligada a garantizar la seguridad de Israel y que «les presionamos tanto como podemos» hacia una solución de dos estados pese «nuestra en ocasiones abrumadora frustración con el gobierno israelí».

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