Durante los últimos dos años y medio, el sistema judicial guatemalteco ha enfrentado uno de sus retos más grandes, el esclarecimiento de la desaparición y muerte de Floridalma Roque, desaparecida en junio de 2023, encontrada muerta en 2024 y donde sus victimarios esperan aún solventar su situación mediante un proceso de aceptación de cargos.
El caso inició el 13 de junio de 2023, cuando familiares de Floridalma Roque dieron aviso a las autoridades de la desaparición de esta luego que acudiera a la clínica de cirugía plástica, Perfektima del médico Kevin Malouf, donde sería sometida a una operación estética.
Mes y medio después de la desaparición, el 29 de julio de 2023, las autoridades ejecutan cuatro órdenes de captura, la de Malouf y la de sus empleados: Luis Castro, Susana Rojas y Lydia Moreira, bajo señalamientos de plagio o secuestro, tras un operativo realizado en la clínica donde se supo fue la última vez que Roque estuvo con vida.
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LAS VERSIONES
Los familiares de Roque afirmaron que Malouf y sus empleados tenían que ver en la desaparición de Roque, pues no daban cuenta de que había sucedido con esta luego de que llegara a someterse a la cirugía y, por el contrario, guardaban silencio de lo ocurrido.
Por su parte, Malouf afirmó a los investigadores y familiares que Roque había salido por sus propios medios de la clínica y una vez fuera de esta desconocían lo que había sucedido con ella.
Lo que llevo a una serie de allanamientos en distintos lugares de la zona 14 sin que se lograra algún indicio de la desaparición de la ciudadana de origen hondureño.
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LAS FALSEDADES Y EL PROCESAMIENTO
Durante la audiencia de primera declaración desarrollada ante el Juzgado de Turno, el Ministerio Público (MP) desmintió la versión de Malouf y confirmó el temor de los familiares, Floridalma Roque había fallecido.
En la argumentación, la fiscalía presentó los videos de las cámaras de seguridad de la clínica y el edificio donde este se encuentra, en el cual se registra la entrada de Roque, más no su salida.
Malouf había asegurado que la víctima había salido por sus propios medios, pero la grabación muestra a Rojas fingiendo ser Roque y siendo empujada por Castro en una silla de ruedas hacia el exterior del edificio, donde aborda un vehículo de transporte solicitado vía electrónica.
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La fiscalía indicó que luego que la enfermera fue sacada del edificio fingiendo ser Roque, Malouf les da seguimiento en su vehículo para recoger a la enfermera en el punto de destino que habían solicitado, siendo este otro edificio de clínicas ubicado en la sexta avenida y sexta calle de la zona 10, donde las cámaras de vigilancia captan el momento en el que Rojas se cambia de vehículo y retornan a la clínica de Malouf donde todo ocurrió.
A pesar de tener estos hechos, ninguno rompió el silencio, por lo que fueron ligados a proceso por plagio o secuestro mientras continuaban las investigaciones para localizar a Roque y esclarecer el caso.
LA CONFESIÓN
Tras un año de investigación y luego de varias suspensiones de audiencias, cuando se pretendía discutir si los sindicados debían enfrentar juicio, el 2 de mayo de 2024, Luis Castro decide romper el silencio y pide al juez Pedro Laynez ampliar su declaración.
En la misma, Castro confirmó la muerte Roque, producto de un posible acto de negligencia de Malouf.
A decir del enfermero, roque presentó un problema de elevación de azúcar durante la intervención quirúrgica, pero Malouf se negó a adquirir insulina cristalina para administrársela y controlarla, ya que la misma era «muy cara».
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Posteriormente, Roque desmejoró notablemente, por lo que Malouf no tuvo otra opción que conseguir el medicamento, pero este ya no tuvo los efectos esperados, una hora más tarde, ante el agravamiento de la paciente, Malouf llamó a diversos médicos y centros hospitalarios, pues necesitaba una atención de mayor envergadura, pero por evitarse el pago de seguro y otras implicaciones, el cirujano desistió de trasladarla.
Pasada las 9 de la noche del 12 de junio, Roque falleció, sin embargo, Malouf para evitar algún proceso en su contra, aseguró que «ya estaba preparado» para un momento así y él se encargaría de la situación, por lo que ocultó el cuerpo en un contenedor de basura mientras se deshacían sé las pertenencias de la paciente.
Hechos que quedaron registrados en las cámaras de seguridad que captaron como los implicados sacaron la maleta y el contenedor de basura que mencionó Roque en su declaración.
Esta acción hizo que Malouf el 5 de junio de 2024 confesará el hecho y finalmente reveló el punto donde abandono el cuerpo.
EL HALLAZGO
El 6 de junio de 2024, un día después de la declaración de Malouf ante el juez, las autoridades localizan el cuerpo de Roque abandonado en un pozo dentro de una finca propiedad de Malouf ubicada en San Vicente Pacaya, Escuintla, punto descrito por el cirujano plástico a las autoridades.
Dicho pozo tenía una profundidad de 23 metros, construido de forma artesanal, que al no lograr su objetivo de ubicar agua por el tipo de terreno, el mismo se quedó a medio construir.
El cuerpo fue descuartizado para ser depositado en el pozo, por lo que Malouf arrojo los paquetes que contenían los restos hacia el interior y lo cubrió con maleza y hojas secas de las plantaciones de banano que se encontraban al rededor del lugar.
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La fiscalía señaló que el día que encontraron los restos en el pozo, encontraron pencas de banano de reciente corte que habían sido lanzados al interior los cuales creían tenía como finalidad seguir ocultando el cuerpo, por lo que se cree que hay más personas involucradas en la desaparición y muerte de Roque.
El cuerpo presentaba cortes en los huesos, principalmente en el sector de los brazos, fémures y algunas vértebras cervicales, algunas partes no fueron encontradas, otras no fueron reconocidas por el avanzado estado de descomposición.
Estos hechos hicieron que se cambiara el delito de plagio o secuestro a homicidio.
LA PRIMERA ACEPTACIÓN
Tras las confesiones, el aparecimiento del cuerpo y las evidencias, los cuatro implicados deciden acogerse a la Ley de Aceptación de Cargos por haber hecho un montaje que buscaba desviar la investigación y liberarse de la culpa del ocultamiento de los hechos y del cuerpo de Floridalma Roque.
El 13 de septiembre, el juez cuarto penal, Pedro Laynez, condenó a Malouf, Rojas y Moreira por el delito de obstaculización a la acción penal a cuatro años de prisión e inhabilitación para ejercer su profesión por el mismo tiempo, que con el beneficio de la normativa, la sentencia fue rebajada a dos años de cárcel.
Mientras que el enfermero, Luis Castro, fue condenado a un mes de prisión por el delito de encubrimiento propio, recuperando inmediatamente su libertad por el tiempo que este paso en prisión preventiva y no tener otros delitos dentro del proceso.
Con dicha sentencia, solamente quedaba por dilucidar la responsabilidad de Malouf y las enfermeras por el delito de asesinato.
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EL BENEFICIO
El 20 de noviembre de 2024, el Juzgado Cuarto Penal realizó la audiencia de etapa intermedia, donde se esperaba que los acusados fueran enviados a juicio por el delito de homicidio.
Sin embargo, en un giro inesperado, Laynez afirmó que los indicios presentados por el MP daban cuenta que no existía intención del médico en darle muerte a Roque, por lo que los envió a juicio, pero por el delito de homicidio culposo, situación que fue aprovechada por los acusados para solicitar un nuevo procedimiento de aceptación de cargos y así verse beneficiados nuevamente con una reducción de la sentencia.
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LA SEGUNDA ACEPTACIÓN Y EL DILEMA JUDICIAL
El 5 de marzo de 2025, Malouf, Rojas y Moreira aceptaron cargos y fueron sentenciados a 5 años de prisión conmutables a razón de Q5 diarios por el delito de homicidio culposo, la que fue rebajada en una tercera parte, quedando en 3 años y 4 meses de cárcel para Malouf.
Moreira fue condena a 5 años de prisión por homicidio culposo en grado de complicidad, por lo que la condena final quedo en 2 años y tres meses, mientras que Rojas fue condenada por encubrimiento propio, dejando su pena en 2 años de cárcel.
Sin embargo, tras una serie de apelaciones, esta decisión fue revertida por la Corte de Constitucionalidad (CC), quien ordenó a Laynez hacer una nueva evaluación de lo presentado por la Fiscalía y emitir una nueva resolución, pero el 5 de junio de 2025, el juez dando cumplimiento a la orden emitió una nueva resolución, pero mantuvo incólume su decisión de mantener el delito de homicidio culposo.
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Por dudar de la imparcialidad del juez, el MP y querellantes recusaron a Laynez mientras este se excusó de seguir conociendo el caso, situación que hizo que la Sala Cuarta de Apelaciones Penal nombrara al juez suplente B del Juzgado Quinto Penal, Arnulfo Carrera para continuar el caso.
Para sorpresa de muchos, Carrera al recibir el expediente aseguró que por tratarse de un delito que como pena contempla menos de 5 años de prisión, los hechos podrían considerarse un delito menor y remitió el proceso a un juzgado de paz penal.
Ahora, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) tiene que decidir qué juzgado es el apto para conocer el caso, mientras que la CC dejó en impasse el proceso tras un amparo provisional otorgado dentro del caso que aún evalúa por qué delitos tienen que ser procesados los acusados.
