El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, fue recibido este jueves en Madrid por el jefe del gobierno y por el rey de España, quien aplaudió la «determinación» del pueblo guatemalteco para que se respetaran los resultados de las elecciones.
Después de ganar los comicios en agosto, Arévalo sufrió una persecución legal encabezada por la fiscal general guatemalteca, Consuelo Porras.
La fuerte presión internacional de países como España y de la Unión Europea ayudó a evitar una grave crisis institucional en Guatemala y permitió la investidura del socialdemócrata en enero.
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«Su presencia aquí representa la determinación de un pueblo en defensa de su voluntad soberana», dijo el rey de España, Felipe VI, en un almuerzo que, junto a la reina Letizia, ofreció a Arévalo y a la primera dama guatemalteca, Lucrecia Peinado, en el Palacio Real de Madrid.
«Nos alegramos, toda la comunidad internacional lo hace, de que se haya respetado la decisión libremente tomada por los guatemaltecos», continuó el jefe de Estado español, quien estuvo en Guatemala en enero para la toma de posesión de Arévalo.
«A lo largo de todo este proceso de resistencia del pueblo guatemalteco, contamos con el respaldo constante del gobierno de España y de su pueblo», dijo de su lado Arévalo, quien agradeció el «papel crucial» del apoyo internacional para que asumiera la presidencia.
Durante su reunión con Arévalo en el Palacio de la Moncloa, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, subrayó «el compromiso de España con la democracia» guatemalteca, según un comunicado de la presidencia.
Sánchez «ha reiterado su firme rechazo a las constantes e injustificadas interferencias judiciales» en Guatemala, agregó el texto.
En una declaración conjunta suscrita este jueves, España reiteró su apoyo al «fortalecimiento de las instituciones democráticas en Guatemala».
España es la última escala de la primera gira europea de Arévalo, que antes estuvo en Francia, Alemania, Bruselas y Suiza.