Este año 2023 se conmemora el trigésimo tercer aniversario de la unificación alemana y las celebraciones oficiales tienen como lema: “Abrir horizontes”, indicativo de la necesidad de animar e impulsar a las comunidades hacia un mejor futuro y nuevas oportunidades.
La Excelentísima Señora Embajadora de la República Federal de Alemania en Guatemala Ricarda Redeker, opina que: “La reunificación alemana no fue sólo un logro político, fue un movimiento ciudadano que, en busca de un cambio, creció de manera constante y sin violencia”.
Y para la Ministra de Relaciones Exteriores Annalena Baerbock este festejo significa: “El fin de la injusticia y un nuevo comienzo en una Europa libre y pacífica… La reunificación alemana que tuvo lugar el 3 de octubre de 1990 se la debemos a la confianza de nuestros vecinos y socios. Y también se la debemos a un orden internacional en el cual el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas velan por la paz”.
Cuando el 3 de octubre de 1990, luego de una prolongada etapa de división, Alemania consiguió recuperar la unificación de su territorio como una sola nación, declaró el 3 de octubre como su Día Nacional; desde entonces este hermoso país ha trabajado con tenacidad para lograr situarse de nuevo como gran potencia, lugar que en realidad nunca perdió porque el pueblo alemán tuvo siempre la virtud de ser esencialmente el mismo, atributo que lo encaminó a no permitir que continuara esa división entre la República Federal de Alemania y la entonces República Democrática Alemana.
La lucha de todo un pueblo aliado y solidario, conjuntamente con diferentes sectores de la sociedad y activistas de Derechos Humanos, hizo que el 9 de noviembre de 1989 se lograra la caída del Muro de Berlín, y luego se alcanzara la Unificación Alemana; miles de valientes personas con un fuerte anhelo de libertad prorrumpían al unísono ¡Nosotros Somos el Pueblo!, consiguiendo así la destrucción del muro y la reunificación de su país.
El año pasado se cumplieron 175 años de amistad entre Alemania y Guatemala, dentro de las actividades que se llevaron a cabo, se publicó el libro titulado “El hilo rojo: Tejiendo una Amistad” cuya autora es la reconocida historiadora guatemalteca, doctora Regina Wagner Henn.
La Embajadora Redeker escribió la introducción del libro, en uno de los párrafos se lee: “El verdadero hilo rojo tiene su origen en la cochinilla, cuyo hogar era Centroamérica y América del Sur. Siempre ha suministrado el tinte rojo, especialmente para la ropa. El tradicional rojo se encuentra todavía hoy en la ropa de la población indígena. El tinte era muy popular y también se exportaba a gran escala hacia Europa.
Durante siglos, el comercio de la cochinilla aportó una inmensa riqueza, mucho más que el comercio de la plata y el oro. El color rojo ha sido un símbolo en muchas culturas que representa poder, energía, suerte y amor.
En Guatemala, el algodón era la materia prima predominante para la confección. En Europa, el rojo cochinilla se utilizaba entonces también sobre la seda y la lana. Estos tejidos se exportaban a Centroamérica. Nace el hilo rojo, la conexión entre Europa y Centroamérica: Alemania y Guatemala”.
Con un historial de contribución, las relaciones diplomáticas entre Alemania y Guatemala datan desde 1847; a partir de entonces se inició una recíproca amistad que continúa hasta nuestros días con la cooperación bilateral entre ambos países, y que se ha enfocado primordialmente en el mejoramiento de las condiciones sociales, económicas y ambientales, así como también en el fortalecimiento del Estado de Derecho.
Felicito a la República Federal de Alemania por cumplir 33 años de su unificación.