Las autoridades estadounidenses ampliaron el jueves los espacios para solicitar asilo en los cruces terrestres con México a través de una aplicación móvil por segunda vez en menos de un mes, buscando disipar las dudas de que no es una opción viable.
Ahora hay 1.250 citas en ocho cruces terrestres, frente a las 1.000 anteriores y las 740 a principios de mayo.
El aumento “refleja nuestro compromiso de continuar ampliando las opciones legales para los migrantes”, dijo Blas Nuñez-Neto, subsecretario de política fronteriza e inmigración del Departamento de Seguridad Nacional. “Continuaremos ampliando las citas en la frontera a medida que nuestras operaciones lo permitan en términos de capacidad”.
Durante una visita a Harlingen, Texas, Nuñez-Neto dijo que la app CBP One es una “opción segura y ordenada”. Anunció la expansión una semana después de que Texas presentó una demanda para poner fin a lo que el gobierno estatal considera un método ilegal de impulsar la inmigración.
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La demanda ha superado con creces la oferta desde el inicio del 12 de enero, lo que llevó a muchos a considerar cruzar la frontera ilegalmente o darse por vencidos. Enrique Lucero, director de asuntos migratorios de la ciudad de Tijuana, dijo que el último aumento tendría poco impacto considerando cuántos están esperando.
“No es gran cosa. Todavía es muy poco y aún no va a resolver el rezago”, indicó Lucero.
Después de que las restricciones de asilo relacionadas con la pandemia terminaron el 11 de mayo, la administración del presidente Joe Biden continuó adoptando un enfoque de palo y zanahoria en la frontera, introduciendo una prohibición general de asilo para las personas que viajan a través de otros países, como México, y entran ilegalmente a Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses están tratando de llevar a las personas hacia “vías legales” como CBP One y permiso bajo palabra para hasta 30.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos que solicitan por internet, tienen un patrocinador financiero y llegan por vía aérea.
CBP One es para personas de cualquier nacionalidad que apliquen en el centro y norte de México y entren por vía terrestre.
La expansión del jueves fue recibida con cauteloso optimismo y leve indiferencia entre algunas de las 150 personas, en su mayoría familias con niños pequeños, acampadas en una acera en un cruce fronterizo de Tijuana que lleva hacia San Diego, con la esperanza de que los funcionarios estadounidenses los admitan sin cita de CBP One.
Dijeron que parecía que las autoridades estaban permitiendo aproximadamente una familia cada varias horas, lo suficiente como para crear un cuello de botella cada vez mayor durante la última semana, a medida que se corrió la voz de que era una alternativa.
Carlos Vásquez, de 25 años, llegó al sur de México desde Honduras en enero con su esposa embarazada y su hija de 4 años y comenzó a probar diariamente con la aplicación una vez que estuvo en el centro de México. Se sintió frustrado y, el lunes, comenzó a dormir en el campamento fronterizo, con la esperanza de que los funcionarios estadounidenses se apiaden de su familia.
Vásquez dijo que el aumento a 1.250 por día era una buena noticia, pero no suficiente para un impacto importante.
“Somos muchos y son pocos los que caen”, dijo.
Sergio Hernández, de 35 años, logró sacar una cita el 24 de mayo tras más de cinco meses de esfuerzo diario. Las citas se programan hasta con dos semanas de anticipación.
Hernández, un guatemalteco que planea solicitar asilo mientras vive con un amigo de la infancia en Kansas City, Missouri, dijo que recibió innumerables mensajes de “error del sistema” antes de confirmar un cupo. Una vez le dieron una fecha en la pantalla de su teléfono, pero nunca llegó la confirmación por correo electrónico.
“Cada vez lo van mejorando, poco a poco”, dijo.
Hernández, que viajaba solo, dijo que persisten las percepciones de que las familias numerosas están en desventaja, lo que las autoridades estadounidenses niegan.
Beatriz Melchor, de 47 años, dijo que esperará para ver si el último aumento tiene un impacto. Ella ha estado probando la aplicación durante unas seis semanas con su esposo e hijo y dijo que los cambios anunciados a principios de mayo no produjeron ningún beneficio notable.
Los cambios incluyeron dar mayor prioridad a los solicitantes de asilo que han estado probando la aplicación por más tiempo y hacer que las citas estén disponibles durante todo el día en lugar de todas a la vez, lo que generó una locura.
“Tenemos más de mes intentando, y hay gente que tiene nueve días, cuatro días, y tienen sus citas”, dijo.
Melchor dijo que regresar a su ciudad natal en el estado mexicano de Guerrero no era una opción. Los delincuentes bloquearon las salidas y entradas y ella tuvo que escapar. Si la app no funciona, está preparada para esperar, aunque dijo que Tijuana no es segura.
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