Investigadores de la Universidad de Texas en Austin han hallado en San Bartolo, Guatemala pruebas del calendario maya más antiguo conocido.
Durante la excavación de murales en un yacimiento arqueológico, se encontraron dos fragmentos que se unieron para formar la notación «7 ciervos», que data de hace más de 2,000 años, del 300 a.C., varios siglos más antigua que las pruebas obtenidas anteriormente.
Los fragmentos forman parte del calendario adivinatorio maya, que también utilizaban otras culturas mesoamericanas, entre ellas los aztecas, y que sigue en uso hoy en día. El calendario sobrevivió a cientos de años de conquistas y a los casi 40 años de guerra civil guatemalteca, y es un testimonio de la larga historia del intelectualismo maya.
«El calendario maya es uno de los rasgos más distintivos y conocidos de la cultura y de los pueblos tradicionales mesoamericanos. Se utilizó durante siglos antes de la llegada de los europeos, y parte de él se sigue utilizando entre las comunidades indígenas mayas de Guatemala», explica en un comunicado David Stuart, profesor de Historia del Arte que descubrió los fragmentos. Pero sus orígenes han sido turbios durante mucho tiempo». El descubrimiento del fragmento pintado en San Bartolo nos permite establecer una buena fecha de 300 a.C., que es muy anterior a cualquier fecha que tuviéramos antes».
Según el estudio, publicado en la revista Science Advances, el registro de los 7 días del ciervo es importante para comprender el desarrollo del calendario adivinatorio de 260 días. El calendario es un aspecto importante de la identidad indígena maya en muchas comunidades contemporáneas, y este descubrimiento establece una buena base para comprender los orígenes de la escritura, la ciencia y la religión mesoamericanas.
Junto al descubrimiento del calendario, los investigadores hallaron otros 10 fragmentos de texto que revelan una tradición de escritura establecida, múltiples manos de escribas y murales que combinan textos con imágenes de un complejo ritual primitivo. Stuart también formó parte del equipo que descubrió el yacimiento de San Bartolo en 2001.
«Antes de esto, muchos suponían que los mayas simplemente tomaron prestado un sistema más antiguo de otras culturas cercanas. Ahora sabemos que lo tenían tan temprano como cualquier otro, si no antes», dijo Stuart. «Los mayas fueron actores clave en el desarrollo de Mesoamérica en su conjunto».