El portero de Alemania, Manuel Neuer. Foto La Hora: AP.

El primer partido de Alemania en Qatar frente a Japón marcará la pauta para el resto del Mundial, tanto para el equipo como para los aficionados que podrían, o no, verlo desde casa. La preparación de Alemania ha estado marcada por las protestas de los hinchas, las declaraciones políticas, los pedidos de boicot y por una serie de decepcionantes actuaciones de un equipo que sigue tratando de redescubrir su chispa tras una sorpresiva derrota en la fase de grupos en Rusia hace cuatro años, donde defendía el título.

Fue la primera vez que los tetracampeones quedaron fuera en la primera ronda. Una actuación convincente en el que será su 110 partido en una Copa del Mundo podría disipar esas dudas persistentes, unir al equipo e incluso convencer a algunos aficionados que boicotean el torneo por el historial de recursos humanos de Qatar para volver a sintonizar su televisor para ver los encuentros restantes.

Alemania se verá después las caras con España, el domingo, y con Costa Rica, en el último partido de la llave, el 1 de diciembre. Japón aspira a llegar a los cuartos de final por primera vez en su séptima participación consecutiva en un Mundial. «Queremos llegar a octavos y nos gustaría avanzar más», dijo el seleccionador de Japón, Hajime Moriyasu, el martes. «Para nosotros, eso sería cambiar la historia. Ese es nuestro objetivo».

Los jugadores alemanes deberían ser caras conocidas para los de Moriyasu, ya que siete de sus 26 futbolistas están en la Bundesliga, y otro más en la segunda división alemana.
«Están jugando contra o con los mejores jugadores de la liga y confío en que puedan poner en práctica lo que han aprendido en el partido»; apuntó Moriyasu. Alemania no podrá contar con el volante del Bayern de Múnich Leroy Sané, quien se perdió el entrenamiento del martes por un problema en la rodilla. Su compañero Jamal Musiala, de 19 años, podría ocupar su puesto por la banda izquierda.

Manuel Neuer era uno de los siete capitanes europeos que iban a portar un brazalete antidiscriminación de la campaña «One Love», que promueve la diversidad y la inclusión, pero tanto la Federación Alemana como las otras seis se vieron obligadas a renunciar luego de que la FIFA amenazó con sancionar a los jugadores con tarjetas amarillas.

 

La preparación de Japón fue bastante más tranquila. Maya Yashida conoce a gran parte del plantel rival por su experiencia en el Schalke. «Esta es una de las razones por las que vine a la Bundesliga, para entender el fútbol alemán, la cultura alemana y al rival», indicó el capitán japonés. «En el fútbol, a veces, hay un partido que tenemos que ganar o que deberíamos ganar. Nunca hay un encuentro que tengamos que perder o que debamos perder. Así que seguimos creyendo que tenemos una oportunidad».

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