Estados Unidos anunció el viernes que rescindirá la orden de salud pública conocida como Título 42, impuesta por la pandemia de covid-19 y que requiere la expulsión de los migrantes no autorizados que llegan a las fronteras terrestres del país.
El secretario del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas, dijo que el Título 42 impuesto por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos se levantará el próximo mes.
«El Título 42 permanecerá vigente hasta el 23 de mayo y, hasta entonces, el DHS continuará expulsando a los adultos solteros y las familias que se encuentren en la frontera suroeste», señaló Mayorkas en un comunicado.
El Título 42, vigente desde marzo de 2020, requiere la expulsión de adultos solteros y unidades familiares no autorizadas que lleguen a las fronteras terrestres de Estados Unidos como una forma de frenar la propagación del covid-19.
Mayorkas dijo que se estaban desplegando más agentes fronterizos para «procesar a los recién llegados, evaluar las solicitudes de asilo y expulsar rápidamente a aquellos que no califican para la protección».
«Aumentaremos el personal y los recursos según sea necesario y ya hemos redistribuido a más de 600 agentes en la frontera», señaló.
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Los defensores de los inmigrantes habían argumentado que el Título 42 se estaba volviendo obsoleto dado que los casos de covid-19 disminuyen, y que la orden era una afrenta a las convenciones internacionales que permiten a las personas solicitar asilo.
«Una vez que la orden del Título 42 ya no esté vigente, el DHS procesará a las personas encontradas en la frontera de conformidad con el Título 8, que es el procedimiento estándar que utilizamos para procedimientos de deportación», dijo Mayorkas.
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«Sin embargo, sabemos que los contrabandistas de personas difundirán información errónea para aprovecharse de los migrantes vulnerables», agregó. «Permítanme ser claro: aquellos que no puedan establecer una base legal para permanecer en Estados Unidos serán expulsados».
La cruces irregulares desde México, en su mayoría de latinoamericanos, especialmente de Centroamérica, han aumentado en las últimas semanas y legisladores republicanos han calificado la situación en la frontera sur estadounidense de «desastre humanitario».
Los guardias fronterizos de Estados Unidos realizaron 1,7 millones de arrestos de migrantes en la frontera sur el último año fiscal, que va desde octubre de 2020 hasta septiembre de 2021.
Este es el mayor número de cruces ilegales registrado hasta ahora, y cuatro veces el total de expulsiones contabilizadas en el último año de Donald Trump en la Casa Blanca, cuando las cifras disminuyeron en parte debido a la pandemia.
La oposición republicana advirtió sobre un aumento aún mayor si el presidente Joe Biden rescinde el Título 42 y el propio Partido Demócrata del mandatario está dividido sobre la medida.
Según la organización defensora de los migrantes Human Rights First (HRF), las expulsiones bajo el Título 42 motivaron casi 10.000 reportes de secuestro, tortura, violación y otros ataques violentos contra personas bloqueadas o enviadas de regreso a México.
Kennji Kizuka, directora asociada de HRF para la investigación de protección de refugiados, dijo que los informes representaban «solo una pequeña fracción» del costo real de una «política de pesadilla».
«Los graves abusos de derechos humanos que enfrentan las personas rechazadas en virtud del Título 42 continúan aumentando cada día que la administración de Biden evade la ley de refugiados mediante el uso de esta política ilegal e inhumana», dijo.