Durante el primer año de gestión del presidente Alejandro Giammattei, la pandemia del Covid-19 llegó al país, llevando al gobierno a implementar, de manera apresurada, diez programas de ayuda para la población. Para estos, se generaron bases de datos de guatemaltecos, pero tras la ejecución, aún no se aclara el uso que le han dado a los listados, sumado a que el mismo mandatario ha criticado la funcionalidad del censo realizado en el 2018, en la administración del expresidente Jimmy Morales.
Sobre la funcionalidad de los listados y la eficacia del censo, analistas consultados por La Hora, destacaron que Guatemala tiene un “agujero” en cuestión de estadísticas, pero dichos listados podrían tener una mejor funcionalidad, incluso para agilizar la vacunación.
Además, señalaron que, aunque los datos del censo poseen “problemas metodológicos y consistencia”, tampoco pueden calificarse como una “pérdida de tiempo”.
LOS LISTADOS DEL 2020
El 11 de abril de 2020, en mensaje presidencial a la nación, Giammattei explicó diez programas para apoyar a diversos sectores de la población, la cual se vio afectada por el cierre súbito del país para la contención de la pandemia.
Los programas anunciados fueron recopilados por este vespertino en la nota “Giammattei detalla 10 programas económicos para afrontar la emergencia”. Para todos los programas se definieron diversas formas de acceso como portales de registro, listados generados por parte de empleadores y entidades del Estado.
“No ha sido fácil, ha sido complicado, porque para poder hacer esto hubo que entrelazar, por las normas que nos puso el Congreso de la República, ocho distintas bases de datos en una zona para poder saber que la persona estaba viva, existe, con DPI real, si tiene posibilidades de acceso, o porque simplemente no tiene los requisitos de no ser jubilado o pensionado del Estado”, señaló el mandatario en cadena nacional el 18 de mayo, tras anunciar el comienzo del Bono Familia.
Aseguró que el gobierno, en tiempo “récord” de un mes, construyó la base de datos que “no costó ni un centavo”. “Nos dedicamos a trabajar los ministerios y todas las instituciones del Estado con los mejores técnicos. Nos ahorramos una gran cantidad de millones de quetzales haciéndolo nosotros”, afirmó.
No obstante, ha pasado más de un año y sobre dichos listados el gobierno de Guatemala no ha esclarecidos otros usos.
Los datos solicitados a la población fueron DPI, lugar de residencia, número telefónico y nivel socio económico. Según la Ley de Acceso a la Información Pública, son considerados como personales sensibles “que se refieren a las características físicas o morales de las personas o a hechos o circunstancias de su vida privada”.
La Hora consultó a la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia sobre los listados, a lo que respondió que el “único uso que se le han dado, además de generar la información logística para la distribución de los programas que se ejecutaron, ha sido entregar información solicitada por diputados”.
Sobre esto último se cuestionó a la comunicadora qué tipo de información han pedido los congresistas. Mencionó que la información solicitada corresponde al padrón de beneficiarios.
SEGÚN GIAMMATTEI EL CENSO FUE “PÉRDIDA DE TIEMPO”
En contraste, el 14 de mayo, durante una reunión del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural (Conadur), el mandatario se refirió al Censo 2018 como “una pérdida de tiempo y recursos”.
El comentario lo dio después de que el alcalde de San Juan Sacatepéquez y representante de la región metropolitana, Noé Boror, destacara que las estadísticas del gobierno pasado no eran “reales”.
“El censo no sirvió. Desde mis perspectivas fue una pérdida de tiempo, una pérdida de recursos. No tenemos ahorita el dinero, son algo así como US$100 millones los que cobraron estos anteriores, mucho pisto, pero eso fue lo que cobraron. De ese quedó un sobrante muy pequeño que no alcanzaría para nada”, mencionó Giammattei.
Además, refirió que “tarde o temprano” se tendrá que repetir el censo.
En la actualidad, el ministerio de Salud utiliza las proyecciones 2020 a partir del censo 2018, como base para determinar la población del municipio, el número de casos reportado por departamento y municipio de residencia.
ICEFI: AGUJERO ESTADÍSTICO EN GT
A decir de Ricardo Barrientos, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Guatemala tiene un “agujero” en cuestión de estadísticas. Además, señaló que los datos recabados durante 2020 podrían ser una contribución para “llenar el vacío de información” que no cubre el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Asimismo, aseguró que los programas de protección y asistencia social implementados en el país a través de los años, como “Mi familia progresa” o “Bono seguro”, han sido “a ciegas”. Refirió que el gobierno podría constituir un padrón general de beneficiarios para programas.
“Este podría ser un instrumento técnico, no politizado, donde podría verse quienes incurren en una situación que los hacen beneficiarios. Todas las características de la gente que necesita un apoyo del gobierno, es lo que debería sistematizar este padrón general”, detalló.
Aunado a ello, aseveró que el padrón general podría dar información útil, desagregando por sexo, edad y etnia, para el diseño y evaluación de políticas públicas. “Podría ser una gran herramienta”, señaló.
Respecto a las declaraciones del presidente Giammattei sobre el Censo 2018, aseguró que fueron para “darle gusto a los alcaldes”. Por ende, refirió que Guatemala, desde hace ya varios años, no realiza una encuesta de condiciones de vida, y de ingresos y gastos familiar. El analista considera que podría ser clave ante la situación de la pandemia.
CIEN: AGILIZAR VACUNACIÓN COVID-19
Al igual que Barrientos, el investigador asociado del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), Jorge Lavarreda, dijo a La Hora que, con la base de datos, podría generarse un “registro único de beneficiarios”, para agilizar diversos programas, incluso la vacunación contra el Covid-19.
Destacó que el Ministerio de Desarrollo Social tiene el mandato de coordinar programas para personas en distintas condiciones de vulnerabilidad, y al contar con una base de datos depurada, podría agilizarse el apoyo.
“Solo con los datos que se recibieron del programa Bono Familia, se podría evitar aglomeraciones. Recordemos cuando empezamos con la fase de adultos mayores; tenían que hacer colas. Todo este tipo de cosas podrían mejorarse si se tiene segmentado y referenciado los datos”, explicó.
Para Lavarreda, el gobierno guatemalteco debe continuar con la elaboración de bases de datos, a fin de gestionar proyectos a corto plazo como la inmunización, y a largo plazo como programas de asistencia social en general, especialmente en situación de pobreza.
LAB DE DATOS: PROGRAMAS DEBEN CONTINUAR
Por su parte, Oscar Chávez, del Laboratorio de Datos, considera que los programas de asistencia social por Covid-19 deben continuar, porque la pandemia aún está en el país. Añadió que deben implementarse medidas ante el incremento de casos, las cuales deben de ser acompañadas por programas de beneficio a la población.
“El gobierno, hace un año, puso programas sociales y toques de queda, y cree que ya se terminó la pandemia, pero sigue. A la base de datos se le podría dar seguimiento, y ver si existen todavía familias que necesitan algún tipo de apoyo”, mencionó.
A decir de Chávez, la base de datos tiene otra lógica, por lo que no considera que podría ser una herramienta para la vacunación contra el Covid-19, la cual contempla rangos de edades, incluso enfermedades.
Sobre los datos del Censo 2018, aseveró que desde el Laboratorio de Datos son utilizados, pero que consideran que posee “problemas metodológicos y consistencia”. No obstante, puntualizó que es “irresponsable” por parte del presidente Giammattei expresar que fue “una pérdida de tiempo”.
“Hay limitaciones que sí dan indicios de algunos problemas metodológicos, pero a decir que el Censo fue una pérdida de tiempo no debe ser tan a la ligera. Si el presidente de verdad cree eso, debería usar recursos para analizar el proceso del Censo, y determinar si los datos son confiables o no. Son los únicos datos oficiales que tenemos”, concluyó.
