Jesús Alvizurez
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Tenemos mucho de qué hablar; sin embargo hay veces que quisiéramos mejor callar; pero caemos en la tolerancia de que todo lo que hacen los organismos y ministerios del estado está bien y no es así; la sociedad es manipulada para que crea que se está trabajando para el bien común de la nación. Hay mucho déficit en materia de salud, seguridad, educación, y distribución de capitales donados y prestados en esta pandemia; hay inconsciencia para el manejo honesto de la economía y así como vamos, se va al despeñadero de un fracaso en todos los órdenes que son vida para una sociedad.
Es necesario que se analice el paso que se da para buscar el progreso y no el fracaso; este que gesta la corrupción en un país donde las leyes no se respetan y se acomodan al precio del ponente que busca impunidad. Un país sin certeza jurídica sufre la falta de inversión nacional y extranjera y por ende falta de empleo dentro del esquema laboral; el guatemalteco sufre su pobreza al lado del entorno familiar y el auxilio gobiernista no llega; se ha detenido dentro de tanto enredo político que busca amamantarse de la teta corrupta del estado.
Algunos congresistas y sociedad han pedido la elección de magistrados de cortes y que se de cumplimiento a la resolución de la Honorable Corte de Constitucionalidad; Siendo una pena que a más de un año que se debió elegir siga empantanada en los pacillos del legislativo. ¿Quiénes son los responsables? Las bancadas que van tras mantener el estatus de impunidad en el tablero de la patria.
Estos malos guatemaltecos electos por el ciudadano no ven ni oyen; están esperando que el pueblo que los eligió les demande el cumplimiento del deber que se viene ignorando cooptado por el accionar del brazo corrupto que se extiende dentro de de los poderes de estado. Hacia donde se mire esta la imborrable huella de la corrupción de ayer y hoy; no es ser pesimista y comentar sin razón, pero lamentablemente así es. Se es un país cooptado por quienes manejan la corrupción enquistada en este paraíso- Tierra del Quetzal. Es hora de que los guatemaltecos honestos organizados en sociedad civil se sigan pronunciando, para que el mal caminar del elefante en el poder se corrija y vea a quienes gobierna como seres humanos dignos de respeto y no de burla como se ha documentado.
Tribuna de la verdad; se expresa con la verdad, porque solo con la verdad alcanzaremos a vencer y cambiar los sistemas aborrecibles de un estado capturado para malos manejos dentro del erario Nacional; abrir centro de control para orientar el trabajo de los ministerios no es lo recomendable; pues son millones de inversión laboral en una dualidad de funciones. Cada ministerio tiene una considerable cantidad de asesores más el titular que no debe ser un ignorante. Hay que suprimir los gastos innecesarios, para no estar pensando en castigar al pueblo con incrementar los impuestos esenciales para el efectivo desarrollo del país. Viva Guatemala.
