Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Es cierto que de las crisis siempre surgen oportunidades y por eso me preocupa que en Guatemala no estemos usando lo que vivimos para generar los debates correctos para que la era post COVID sea mejor que los tiempos pre pandemia.
Una cosa es levantarnos del golpe y otro trabajar para sentar las bases que nos permitan nunca más volver a enfrentar una crisis sanitaria en las condiciones en que enfrentamos la actual.
Me preocupa ver que no estamos hablando de cómo vamos a trabajar para “mapear” mejor a nuestra gente a la que se nos ha hecho tan difícil llegar con ayuda en plena crisis. A la fecha no estamos hablando de cómo vamos a utilizar la información recopilada para atacar la informalidad y poder empezar a usar la data (Gobierno) para tener mejores inversiones en el desarrollo humano de nuestra población.
No estamos hablando de la necesidad de tener mejores cortes, jueces verdaderamente independientes y los efectos que eso trae no solo en la confianza ciudadana sino en la inversión local y extranjera. Ayer el diputado Rodolfo Nuetze algo mencionó al respecto y por supuesto que sus palabras, como las de otras bancadas que piden que se elija ya, caerán en saco roto porque hay un pacto para elegir cortes ad hoc y lo mantendrán pese a los costos.
Nos falta tener la habilidad para saber que la reactivación forzosamente debe generar empleos, en obra pública por ejemplo, pero para que esto sea sostenible y de verdad beneficie a la población, el sistema debe dejar de ser una autopista de corrupción porque si no ya sabemos que se hacen malas obras y todas quedan en constructoras que siguen operando con los vicios de siempre.
Ha quedado probada la ineficiencia estatal en muchos aspectos y lejos de estar hablando cómo emprendemos reformas al servicio civil, se sigue trabajando de la misma manera y eso incide en la mala cultura de servicio al ciudadano. En muchos lugares, por citar un ejemplo, los pacientes optan por pruebas de COVID-19 en laboratorios privados porque argumentan que hay muy mal servicio en algunos lugares públicos.
La pandemia demostró que muchos niños no están siendo educados en escuelas del Siglo XXI y es fundamental que tengamos las discusiones correctas no solo remodelar los establecimientos, sino para dotarlos con herramientas tecnológicas que nos ayuden a que los nuestros sean niños empoderados para los retos del presente y las exigencias del futuro.
Bueno, sin ir tan lejos, crecen las cifras de desnutrición pero no así nuestro deseo de debatir con pasión, ideas y propuestas para ver cómo enfrentamos ese flagelo que tanto nos golpea. No estamos viendo cómo convertimos los centros primarios de salud en herramientas para cuidar a nuestros niños y tomar mejores decisiones.
Seguimos con un Ministerio Público (MP) que no está a la altura de la criminalidad del país y no solo me refiero a la delincuencia común si no a la delincuencia que se sigue dando en muchos negocios que surgen de dinero público.
Así puedo seguir y quizá no me alcance ningún espacio, pero mi deseo es hacer un llamado de atención, generar una alerta porque seguimos sin hablar de los verdaderos problemas del país y por tanto, las propuestas son casi nulas porque en andar apagando fuegos se nos van los días.
Si no tenemos los debates correctos, algunos de los cuales cito como ejemplo, no nos sorprendamos cuando en pocos años gane el radicalismo en este país.