Danilo Santos

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Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Danilo Santos
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En Guatemala nos movemos entre burdos discursos de odio que manan del funcionariado y terminan alimentando el fanatismo extremo de la población, a partir de imponer imaginarios que nos han llevado y nos siguen llevando a lavar con sangre nuestras supuestas diferencias. Un diputado, por ejemplo, dice que “la conquista nos salvó del paganismo”, un mandatario responsable de la unidad nacional, a su vez dice que “la Corte de Constitucionalidad no debería ocuparse de tonteras”, y así…

Recién acabo de leer una publicación que trata a Jorge Vega de ignorante y malagradecido con el Gobierno; por decir lo piensa y siente. También he leído sendas publicaciones que se regodean con el retiro de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala. Y otras, que lanzan vítores al presidente Morales por poner en su lugar a la CC y la CICIG, y peor aún, a los Comunistas y Socialistas guatemaltecos. Todo lo anterior solo puede ser consumido alegremente por una población desinformada y acostumbrada a los dogmas y ahora a la charlatanería política.

Sin embargo, les tengo una noticia, los que roban y han salido impunes de sus fechorías durante siglos, han quedado al descubierto y ya no podrán ocultarse. La lucha contra la corrupción y la impunidad será distinta gracias a la CICIG; será más difícil sin ella, sí, pero será. Y quienes defienden lo indefendible desde las trincheras más vulgares, pues están quedando como tontos útiles de un sistema que funciona maquiavélicamente desde la Estructura y mueve sus piezas en la Superestructura para que el vulgo crea que lo que rige al país es “Dios, Patria y Libertad”, mientras que la verdad es que lo que nos rige es la oligarquía, las iglesias, las economías emergentes (que no siempre son lícitas) y peor aún, las mafias. La lucha contra la corrupción y la impunidad no terminará porque se vaya la CICIG.

Así que, si usted es de los que se inflaman coléricamente alegando el fin de las ideologías y la victoria de los patriotas, pregúntese si no es solo un títere (al igual que Morales) que se deja imponer una sola forma de pensar en el mundo y o no se da cuenta o se da cuenta, pero tiene que cerrar sus ideas porque así se lo exige la presión social del gran conglomerado sin pensamiento crítico y los mañosos liderazgos que desgraciadamente nos encontramos en todos los ámbitos de la vida.

De momento los dueños del país están en la senda de cooptar nuevamente al Estado, pero no podrán sacarnos del país a los que estamos dispuestos a seguir hablando sobre las inequidades, el desgobierno y la manera en que se sirven de la religión y la política para no soltar las riendas de su finca. Por mucho que quieran escudarse supuestos purismos morales y patrióticos, eso no les alcanzará para negar derechos a la población guatemalteca.

Aquí no se hace lo que a ustedes les dé la gana, aquí se hará lo que sea mejor para la población. Se luchará para que así sea. Y así será.

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